Hace pocos días, Donald Trump anunció en su cuenta de Twitter ―como es costumbre suya―, que encontrará la manera de que México pague por la construcción del muro fronterizo, amenaza reiterada desde su campaña presidencial, pero que, últimamente, se ha visto frenada ante la decisión de los legisladores republicanos y demócratas del Congreso, quienes no simpatizan con las ideas del presidente de los Estados Unidos.
Precisamente los legisladores de estados fronterizos que colindan con México, son quienes no están de acuerdo con el proyecto de financiamiento por la construcción del muro; por ello, el mandatario estadounidense ha visto coartada la posibilidad de que el Congreso de su país apoye económicamente su proyecto, esto en gran parte por la desaprobación que envuelve a Trump en el breve tiempo de mandato que lleva.
Ante tales declaraciones, el «becario sensación» de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, se mostró un poco reservado, al mencionar que México debe respetar las decisiones soberanas de los gringos y lo que ellos decidan hacer en su territorio, pero la construcción del muro violaría los derechos internacionales.
Al comparecer ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, «el novato sensación», y después de la tibia declaración con la que comenzó su discurso, Videgaray quiso recomponer el rumbo al exponer que México actuará de forma legal contra Estados Unidos sólo hasta que inicie la construcción del muro.
Agregó que será hasta entonces cuando el gobierno mexicano buscará el apoyo de instancias internacionales por un posible agravio a los acuerdos bilaterales entre ambas naciones. La pregunta es: ¿Por qué esperar hasta que comience la construcción del muro? Por una parte, Trump se muestra muy seguro de que México absorberá el costo por la construcción y por otro lado, el canciller mexicano plantea que lo mejor es esperar.
Cabe destacar que la «joven promesa de la cancillería mexicana» tiene pocos meses en el cargo y, desde su nombramiento como titular de la SRE, dejó las cosas claras, al señalar que él desconocía la diplomacia, pero que estaba dispuesto a aprender. Por ello, sólo nos resta esperar a que aprenda pronto acerca de relaciones internacionales, al menos que sea antes de que los gringos empiecen a edificar el muro.
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