Entre caprichos y desfiles: un hombre capaz de declararse a sí mismo la guerra.
Entre caprichos y desfiles: un hombre capaz de declararse a sí mismo la guerra.

El presidente Trump amenaza a su propio gobierno con tener un cierre de mandato.

Donald Trump desea que se lleve a cabo un gran desfile militar con el cual mostrarle al mundo todo el poderío de EU.

Siendo sinceros, en este mundo no hay un mayor nacionalismo y amor por la patria que el que los estadounidenses tienen por su país; pues desde un simple himno hasta el respeto y orgullo que transmite su mirada cada vez que contemplan su bandera, no se puede negar que son capaces de defender su nación ante quien sea o lo que sea. Lamentablemente, este amor que tienen por América (y por América entiéndase sólo EU) puede llegar a extremos que resultan por demás peligrosos, pues el sólo hecho de hablar mal de un ciudadano o producto americano (y por americano entiéndase sólo como «estadounidense») puede desatar un gran odio con graves consecuencias. Y el mejor ejemplo de ello lo tenemos su presidente, Donald J. Trump.

Esto lo mencionamos porque justo cuando llegamos a pensar que la incredulidad y atrevimiento de este hombre no podrían llegar más lejos, nos llega un informe de la Casa Blanca en la que anuncian que el presidente norteamericano está a punto de cumplir otro de sus infantiles y autoritarios caprichos, el cual se trata de nada más y nada menos que de una enorme celebración a su ego disfrazado de un desfile militar.

Así es, Trump dejo en claro sus intenciones de realizar un gran desfile en el que participen las Fuerzas Armadas estadounidenses con el simple objetivo de que el mundo «vea el gran poderío de EU» pero, sobre todo, de que hasta el más lejano rincón del mundo se sepa que él es el comandante en jefe de todo este personal y armamento bélico; porque ¿qué cree? Que el buen Donald quiere ser el personaje que encabece dicho desfile.

Esto sólo nos da una muestra más del ego enfermizo y peligroso de este personaje, quien se ha propuesto «hacer grande a América otra vez» a toda costa, y quien piensa que el objetivo principal para lograr esto es acabar con todos los inmigrantes de cualquier país que vivan de manera ilegal en los EU. Eso sí, por «inmigrantes de cualquier país» entiéndase, sobre todo, a los mexicanos.

Un ejemplo de esto es su aferrada decisión de eliminar el DACA, programa que fue creado por el expresidente Obama y el cual protege a los hijos de los inmigrantes de ser deportados aunque no tengan papeles, siempre y cuando estos jóvenes hayan nacido en EU. Por supuesto, esto es algo totalmente «insolting an onacéptabol» para Trump, quien está decidido a acabar con este privilegio.

Sin embargo ha dicho estar abierto a que estos «dreamers» continúen viviendo en EU siempre y cuando se cumpla una sola petición: construir un muro fronterizo con México. Por supuesto, tampoco se despegó de su idea que «México será quien pague el muro», pues continúa firme con este sueño.

Asimismo, otro ejemplo de hasta dónde es capaz de llegar Trump con tal de que se cumplan sus mandatos es la más reciente amenaza de un nuevo cierre de gobierno; así es, pues el presidente americano advirtió que una condición para que su gobierno continúe operando es que demócratas y republicanos otorguen un gran presupuesto al Pentágono y otros programas nacionales.

Con esto último Trump deja mostrar al mundo que está dispuesto a ir con todo y contra todos sin importar si es contra su propio país, ya que con tal de cumplir sus caprichos, este hombre es capaz de declarar la guerra contra toda América (y entiéndase por América ahora sí, toda América)

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