El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dictaminó que la muerte de Lesvy Berlín Osorio, quien fue encontrada cerca de una caseta telefónica en la Facultad de Química de la UNAM, fue un suicidio, por lo que activistas se reunieron afuera del Tribunal con la consigna: «No fue suicidio, fue feminicidio».
Pero, ¿qué pasó realmente y por qué los activistas comenzaron a gritar esto afuera del TSJDF? Primero, remontémonos al pasado 3 de mayo, cuando, de acuerdo con un reporte de la UNAM, se aseguró que una mujer de 22 años, después identificada como Lesvy fue encontrada sin vida en la zona circundante de la Facultad de Química.
Hasta ese momento, todo entraba en lo «normal» ―lo que la mayoría de las personas de la ciudad y del país consideran casual por los altos índices de violencia: un muerto(a), identificado(a) y nada más― sin embargo, luego de las «acertadas» declaraciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, intentaron «justificar» el hecho de encontrarla sin vida en las inmediaciones de la UNAM aludiendo al «historial académico» de la joven y a su supuesto estado de intoxicación: «que si dejó sus clases del CCH desde el 2014, que si debía materias, que si vivía con su novio que trabajaba en la Prepa 6, que si se reunió con amigos para beber y drogarse…» y así todo quedó «argumentado».
Esto, por consiguiente molestó a la población que mediante las redes sociales sacó su ira en contra de la dependencia por su falta de tacto con el caso, por lo que la PGJCDMX intentó tirarle la pelota al área de comunicación social, por lo que los usuarios comenzaron a usar el hashtag #SiMeMatan y se realizaron marchas en las inmediaciones de CU, para protestar en contra de la violencia de género.
En tanto se resolvía el caso, la familia acusaba de feminicidio al novio de Lesvy, a pesar de que ella se haya quitado la vida con la ayuda de un cable telefónico; mientras, la Procuraduría General de Justicia determinó que el novio cometió homicidio doloso, luego de revisar las cámaras de vigilancia de CU y observar que no hizo nada por detenerla mientras se asfixiaba con el cable telefónico.
De acuerdo con la defensa de la familia de Berlín Osorio, se quedaron sin posibilidad de corroborar si las indagatorias se podían desarrollar bajo estándares en investigaciones relacionadas con feminicidios, por lo que indicaron que el organismo violó los protocolos de atención a víctimas, pues los ofendidos no fueron notificados cuando detuvieron al supuesto culpable.
Este pasado lunes, la madre de Lesvy aseguró que, de acuerdo con los videos de seguridad, fue la pareja sentimental de Osorio quien la golpeó con una cadena que usaba para pasear a su perro y que la están ―de nuevo― revictimizando al dictaminar que se suicidó, por lo que piden que el proceso se lleve conforme a derecho y sin omitir detalles para vincular a proceso a los responsables.
De igual forma, la UNAM se encuentra inconforme con las investigaciones, pues de acuerdo con un comunicado de su Centro de Investigaciones y Estudios de Género indicó que existe una preocupación por las conclusiones hechas por la PGJ.
Salvo la resolución de vincular a proceso a su pareja sentimental, tanto partes neutrales como defensoras de la víctima, esperan que se realice de manera correcta el proceso que desde hace meses llevan estos organismos de la CDMX.
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