SI PARA CONFIANZAS Y SECRETOS, NO HAY SUJETOS… MENOS CREDIBILIDAD EN UN GOBIERNO. FOTO: INFO 7

La credibilidad en un gobierno siempre será el tema de mayor atención para la vida nacional, lamentablemente en México ese elemento medular para el buen ejercicio de la política es famélico, pues esto nos revienta y golpea a diario y lo hace de una forma tan profunda y cotidiana que ya ha se ha vuelto un nítido tatuaje en la historia de nuestro país.

Lo observamos en cualquier rincón de la república, desde un presidente que en 2016 se excusó amargamente por el tupido tema de la Casa Blanca; hasta una PGR que, recientemente, ofreció una disculpa pública a dos mujeres Hñähñú por acusarlas injustamente de haber secuestrado a elementos de la AFI; pasando por el nombramiento de un funcionario federal para investigar a su propio jefe y determinar si él mismo incidió en algún conflicto de interés con un privado, reportando un resultado que, desde un principio ya habíamos visualizado.

En este gobierno, el discurso de la credibilidad en las instituciones es ya una herramienta mecanizada y agotada, con la que funcionarios de secretarías como Gobernación, Sedena y otras más como Sedesol o la misma Hacienda Pública, han exhortado, hasta rasparse la garganta, a la población para que confíe en ellos y las dimensionen como una pieza importante, incluso en su desarrollo personal.

Ahí tenemos a un Miguel Ángel Osorio Chong, quien ha criticado a quienes no creen en las instituciones y las denostan, aseverando que por la labor que realizan, incluso, en acciones que no les corresponden no se cansará de defenderlas, refiriéndose a las Fuerzas Armadas y a la Policía Federal.

¿Pero cómo creer en las instituciones? ¿Cómo creer en una presidencia que inicia 2017 anunciando un gasolinazo? Cuando en 2015, el mismo ejecutivo federal nos honró con estas líneas «A partir de este momento, ya no habrá gasolinazos… Gracias a la Reforma Hacendaria, por primera vez en cinco años, ya no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, el diésel y el gas LP».

¿Cómo confiar en las palabras de una Secretaría de Marina? Si el mismo día que se reúne con legisladores para hablar de la Ley de Seguridad Interior, la CNDH le hizo una recomendación, luego de que efectivos de esa dependencia irrumpieron en un domicilio de Culiacán, sin orden de cateo y violaron el derecho a la privacidad, libertad, seguridad personal e integridad de una persona que fue absuelta por el poder judicial.

El conjunto de pesados engranes que mueven esa colosal máquina llamada gobierno, lleva como líquido carburante la legitimidad, es decir, acciones que se han establecido de acuerdo con la ley o el derecho, es el «tuétano» de las instituciones y se consolida con resultados que reflejen un beneficio para la población que confió en dichos grupos partidistas.

Esas airosas súplicas con las que piden a México creer son como una gota de lluvia que se pierde en una violenta presa que comienza a desbordarse.

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