Se instalaron 135 casillas de las 147 anunciadas.
López Obrador refirió que de cancelarse el proyecto se estaría perdiendo el «dinero del pueblo». En Huexca los habitantes decidieron no votar; dos casillas fueron quemadas en Amilcingo.
El inicio de la consulta ciudadana propuesta por el gobierno federal sobre la termoeléctrica en Huexca estuvo marcado por el fuerte abstencionismo en este poblado morelense, en donde se pretende realizar la obra que forma parte de del Proyecto Integral Morelos (PIM).
Los habitantes de este pueblo decidieron no acudir a las urnas y optaron por recolectar firmas en contra de la construcción de la termoeléctrica, lo hicieron mediante una asamblea popular, que es la forma de organización que acostumbran. SI embargo, en otros sitios donde también se realizó la consulta la respuesta de la gente fue más radical.
En Amilcingo, por ejemplo, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua actuaron de forma violenta al quemar las urnas y boletas de dos casillas, mientras que en otras más se limitaron a impedir su funcionamiento. Mientras tanto, el gobierno federal ha referido que el nivel de participación es alto.
Diana Álvarez, subsecretaria de Desarrollo Democrático y Participación Social de Morelos, dio a conocer que, con el 77 por ciento de las casillas contabilizadas, se registró una participación total de 16 555 personas en los tres estados donde se realizó la consulta. La funcionaria detalló que en Morelos se abrieron 64 de las 75 que se tenían contempladas, en Puebla fueron 44 de las 45 anunciadas y en Tlaxcala estuvieron en operación las 27 asignadas, para un total de 135.
Cabe señalar que el gobierno federal planeó la instalación de 70 casillas en los 36 municipios de Morelos, para consultar a los ciudadanos sobre el PIM, proyecto que se planificó en el sexenio de Felipe Calderón y que tuvo continuidad en el de Peña Nieto. El plan incluye la implementación de un acueducto, un gasoducto y dos termoeléctricas, una de las cuales es la de Huexca, en donde los pobladores se oponen argumentando que se dañará el ambiente y su calidad de vida.
Si bien el viernes pasado presidente Andrés Manuel López Obrador informó que la construcción de la termoeléctrica de PIM sería supervisada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la respuesta de la gente sigue siendo la misma. Ese día el mandatario firmó un acuerdo con este grupo internacional para que se garantice el cuidado del medio ambiente y la calidad del agua una vez que opere.
De esta forma, señalaron ambas partes, la ONU brindaría asesoría técnica y científica, así como recomendaciones sobre el proceso de construcción y operación de la termoeléctrica. Al respecto, el mandatario tabasqueño resaltó la importancia de signar este compromiso pues se atenderá la demanda de los ciudadanos inconformes.
López Obrador indicó que la obra de la termoeléctrica requiere de una inversión de 25 mil millones de pesos, por lo que de no realizarse se estaría perdiendo «el dinero del pueblo». El presidente refirió que uno de los beneficios de este proyecto es que 60 municipios (36 de Morelos, 15 de Puebla y nueve de Tlaxcala) tendrán la tarifa eléctrica más baja del país.
Por otro lado Diana Álvarez apuntó que en las asambleas sobre este tema, organizadas por el gobierno federal en Morelos, ha participado una media diaria de 300 personas así como especialistas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y autoridades locales. Mientras que en Puebla y Tlaxcala, agregó, se han llevado a cabo varias sesiones informativas sobre el proyecto.
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