La era Trump continúa su curso, entre amenazas a otras naciones, alardeos de poseer el mejor arsenal bélico del planeta, bombardeos y declaraciones xenófobas; nada fuera del guión esperado desde el inicio de su mandato, su política en contra de los extranjeros sigue manifestándose, particularmente, hacia los mexicanos.

Como lo anunciaba desde su campaña con miras a la Casa Blanca, Donald Trump está en contra de las actuales condiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a las que considera desastrosas para su país, pues opina que no han beneficiado en nada a las empresas ni a los empleados norteamericanos.

Ante tales opiniones, el mandatario señaló que realizará grandes cambios al tratado, mismo que incluye a México, Estados Unidos y Canadá, al mismo tiempo, adelantó que aún contempla la posibilidad de acabar con el pacto comercial entre las tres naciones, lo anterior en el marco de una visita de trabajo a Milwaukee, Wisconsin.

Trump se mostró a disgusto con las regulaciones del tratado para poder iniciar la renegociación del mismo, a las que calificó como «horrendas», las cuales incluyen una notificación oficial al Congreso y un periodo de espera de 90 días, antes de poner en marcha las conversaciones formales con sus socios comerciales.

A pesar de que el secretario de Comercio, Wilbur Ross, compartió con algunos comités del Congreso un borrador que contiene los objetivos generales de la negociación del acuerdo, no logró cumplir con el requisito de entregar la versión final del escrito antes del receso de primavera.

Hasta el momento, la administración de Donald  no ha entregado la notificación oficial al Congreso de Estados Unidos para que dé inicio el periodo de espera, ya que aún no ha sido confirmado el nominado a representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer , en el comité de finanzas del Senado.

Solamente es cuestión de tiempo para que el gobierno de Trump inicie, formalmente, el trámite de las negociaciones con sus similares, con miras a mejorar las condiciones del pacto en beneficio de Estados Unidos y, en caso de que Canadá o México no acepten, el mensaje es claro: los gringos abandonarán el tratado.

HOY NOVEDADES / LO DE HOY