De las trincheras a los aranceles
De las trincheras a los aranceles

Todo indica que los Estados Unidos han dejado de lado sus políticas bélicas (un poco solamente) por aquellas que impulsen un enfrentamiento económico con quienes se presumen como sus adversarios más fuertes, sobre todo desde la llegada del magnate Donald Trump a la Casa Blanca.

Atrás quedaron las invasiones militares, incluso el propio Trump anunció el retiro de las tropas norteamericanas de Siria, bajo el argumento de haber desmantelado al Estado Islámico y en su lugar, el empresario, multimillonario y polémico presidente, emprendió una guerra cara a cara con China, su contraparte (económicamente hablando) asiática.

Sin embargo, Trump no solo ha apuntado sus misiles financieros hacia el gigante asiático, otras economías han sido víctimas de los caprichos del mandatario, México entre ellas, pues el magnate decidió imponer un arancel al jitomate mexicano del 17.5 por ciento.

Dicha medida fue calificada como «injusta» por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien además  afirmó que su gobierno protegerá a los productores mexicanos; incluso se atrevió a ir más allá y definir la medida de Trump como una política económica en tiempos electorales.

Sea cierto o no, el presidente norteamericano dio grandes bofetadas a dos de sus socios comerciales más importantes, pues a los productos chinos les implementó (la medida entrará en vigor el viernes) un aumento a sus aranceles del 15 por ciento, con lo que deberán pagar 25 por ciento.

Dichas medidas, a decir de algunos especialistas, no solo han provocado una gran incertidumbre en los mercados internacionales, principalmente asiáticos y europeos, también están ocasionando que empresarios tomen medidas drásticas ante tal situación: algunos piensan ya en recortes de personal, en retiro de inversiones y (hasta) en trasladar sus compañías a la nación americana.

Esta última opción, quizá sea la que más favorezca al presidente, a su política y a la grandeza de Estados Unidos, sin embargo, debe mencionarse que de perder la reelección, Trump estaría colocando la dinamita para derruir las relaciones diplomáticas y económicas de aquella nación que alguna vez vio en la guerra la base de su economía.

HOY NOVEDADES/EN BOGA