El delegado acotó que es «extraño» que este caso se decida tras su reunión con AMLO.
El artículo 107 constitucional y el 198 de la Ley de Amparo prevén la obligación de la Corte para destituir a los funcionarios que no cumplan resoluciones de amparo.
El delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, podría estar viviendo sus últimas horas al frente de la demarcación. Y no es porque ya haya decidido asumirse como candidato a la jefatura de gobierno de la ciudad ni porque haya optado por ser el nuevo líder nacional de Morena.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) podría determinar este jueves su destitución si es que procede el desacato a un laudo laboral. El caso es de la trabajadora María Aurelia Morales Sánchez, quien fue despedida en el año 2003 por la entonces delegada Virginia Jaramillo, a la cual se le deben 2.4 millones de pesos.
Sin embargo, Monreal Ávila detalló que no cuenta con tal cantidad y explicó que este año su administración recibió 15 millones de pesos, los cuales ya se usaron para pagar salarios caídos, liquidaciones, entre otras cuestiones.
El político zacatecano indicó que fue insistente con la Secretaría de Finanzas de la capital para que reinstalaran a Morales Sánchez, sin embargo la dependencia no creó la plaza para que esto sucediera. También argumentó que la Asamblea Legislativa es quien debió de autorizar el dinero para pagar, pues la delegación a su cargo no tiene la capacidad para acceder a estos recursos.
Al respecto, el delegado señaló: «La destitución no debería ser para el delegado sino para el secretario de Finanzas y sus jefes». Agregó que confía en los ministros de la Corte y prevé «que la justicia no se utilice de manera facciosa»; no obstante, declaró que no descarta su destitución.
HOY NOVEDADES/CDMX