«Nos apegamos al protocolo del nuevo Sistema de Justicia Penal», afirman los policías que detuvieron al estudiante Marco Antonio.
El estado de salud de Marco Antonio es delicado, pues no reconoce ni a sus padres.
El caso del estudiante de la preparatoria 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Marco Antonio Sánchez Flores, continúa sin esclarecerse, pues los policías de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México informaron que la detención del joven solo duró cinco minutos.
Lo anterior, debido a que no encontraron a la persona que les pidió auxilio, mientras conducían una motopatrulla, pues al parecer, Marco Antonio molestaba y le pedía dinero a la parte acusadora, quien después huyó del lugar.
Uno de los policías, Martín González Martínez, mencionó que el pasado 23 de enero recibieron una alerta de la presencia de dos jóvenes en las inmediaciones del Metrobús, El Rosario, en la delegación Azcapotzalco. Marco Antonio aseguró que no estaba haciendo nada y no tenía por qué detenerlo, pues iba contra sus derechos humanos, por ello decidió correr hacia la estación del transporte público, donde fue alcanzado y sometido con la ayuda de otro elemento de seguridad.
Cabe destacar que dicho policía es quien aparece en la fotografía donde Marco Antonio se ve tirado en el piso, con las manos entre las piernas, boca arriba y vestido con una sudadera y un pantalón de mezclilla. Dicha imagen fue tomada por Roberto, el amigo del estudiante que se convirtió en el único testigo del suceso.
Continuando con la declaración, cuando Marco Antonio estaba a bordo del vehículo buscaron «a la parte acusadora», la que pidió el apoyo policíaco, para seguir el procedimiento en el Ministerio Público, sin embargo no obtuvieron respuesta y metros más adelante, sobre la avenida de Las Culturas se detuvieron.
«El compañero Ricardo De la Rosa me refirió que no se puede poner a disposición a esta persona porque así nos lo marca el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio y le dice al joven que le va a retirar los candados de mano y que se puede ir», recordó el policía que conducía la patrulla, Ricardo Trejo Flores.
Fue así como, supuestamente, dejaron en libertad a Marco Antonio a unos metros de la iglesia que se encuentra sobre dicha avenida.
Respecto al estado de salud del alumno, los cuestionados afirmaron que son ajenos a dicha circunstancia, por lo que insistieron que el GPS instalado en la patrulla y las bitácoras pueden corroborar que la detención de Marco Antonio no rebasó los cinco minutos.
Hasta el momento, el estado de salud de Marco Antonio es grave, pues no reconoce a sus padres y tampoco sabe quién es, «está muy golpeado, está fuera de sí, no sabe su nombre y apenas habla», dio a conocer el primo de la víctima.
HOY NOVEDADES/CDMX