Altos directivos y exdirectivos de Volkswagen continúan siendo investigados.
Volkswagen tuvo que pagar una multa de mil millones de euros que le impuso la justicia de Alemania, sin embargo también deben enfrentar otras causas legales.
El famoso «dieselgate» ha cobrado la primera víctima de alto rango, se trata de Rupert Stadler, presidente ejecutivo de Audi (filial de Wolkswagen). Fue el mes pasado cuando la fiscalía de Múnich lo acusó de participar en la emisión de certificados falsos y fraude, después de tres años del escándalo que se desató en la industria automotriz de Alemania.
La fiscalía emitió un comunicado en el que informó de la captura del alto ejecutivo y refirió que se hizo por el «riesgo de ocultamiento de pruebas». De esta forma Stadler fue detenido y encarcelado por la justicia de Alemania.
El «dieselgate» se destapó en septiembre de 2015, cuando la agencia de medio ambiente de Estados Unidos EPA acusó a Volkswagen de instalar un programa para alterar los resultados de los controles anticontaminación en 11 millones de motores diésel automovilísticos. Desde ese momento la empresa líder en construcción de autos en el mundo ha perdido 26 mil millones de euros y su imagen se ha visto deteriorada no solo en Alemania.
Por otro lado a inicios del presente mes Audi se vio obligada a revisar alrededor de 60 mil vehículos tras darse a conocer el «programa ilícito» que se empleaba para falsificar los niveles de emisión de gases contaminantes.
Cabe mencionar que en septiembre del año pasado fue encarcelado Wolfgang Hatz, responsable de los motores de Audi de 2001 a 2007, y quien se preparaba para tomar un cargo similar en Wolkswagen; mientras que el pasado mes de abril Jörg Kerner, exencargado de los motores de Porche que empezó a trabajar para Audi en 2011 sufrió la misma suerte.
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