Las obras que se exhibirán se tomaron del acervo del Munal, de colecciones privadas e instituciones museísticas.
La exposición sobre Nahui Olin refleja la visión de una artista que se dedicó a buscar una plataforma que le permitiera mostrar toda su calidad creativa; estará abierta al público del 15 de junio al 9 de septiembre.
El Museo Nacional de Arte (Munal) inaugura mañana una exposición que reúne 250 obras, entre pinturas, fotografías, dibujos, caricaturas e impresos que nos mostrarán un lado fascinante (por inédito y extraño) de María del Carmen Mondragón Valseca, mejor conocida como Nahui Olin.
Se trata de Nahui Olin: la mirada infinita, una muestra que montada con motivo de los 40 años de una de las artistas con más personalidad, pasión y versatilidad de nuestro país. El creativo detrás de esta exposición, Tomás Zurián, externó: «Nahui Olin vino a este mundo para perturbar conciencias anacrónicas y dinamitar viejos paradigmas, con su expansivo espíritu libertario contribuyó a la reafirmación de la imagen de la mujer nueva, una mujer para el presente y para el porvenir, plena de la libertad en los destinos de su cuerpo y de su incontenible ascenso en los procesos culturales de México».
Zurián recalcó que Nahui Olin vivió para modificar los valores éticos y estéticos que predominaban en la década de 1920 y agregó que la exhibición servirá para admirar, ponderar, venerar y cuestionar la imagen de una artista que pasó muchos años en el olvido.
Se trata de «una mujer que hablaba explícitamente de sus amantes y hacía patente su sexualidad. Ella estaba enfrentándose todo el tiempo a la posibilidad de ser una persona solitaria, melancólica, reflexiva y con un discurso que es necesario apreciar ahora», declaró Victor Mantilla, coordinador de curaduría del Munal.
En Nahui Olin: la mirada infinita también se incluyeron obras de artistas contemporáneos de María del Carmen Mondragón Valseca, como son: Alfredo Ramos Martínez, Edward Weston, Antonio Garduño, Jean Charlot y Gerardo Murillo Dr. Atl.
«Muestran a una mujer con un gesto melancólico y al mismo tiempo a quien era capaz de desnudarse frente a una cámara, de posar y sentirse dueña de su cuerpo y de su expresividad», comentó Mantilla sobre las fotografías de Nahui Olin que hay en la exposición.
Sobre las pinturas exhibidas se refiere que se trata de inclinaciones pictóricas que no contrajo Nahui Olin en las aulas de una academia sino de sus recorridos por el campo, se trata de una sensibilidad artística más experimental que académica.
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