Este domingo, los dueños de los equipos de la Liga Nacional de Futbol (NFL por sus siglas en ingles), se reunirán en Phoenix, Arizona, y será ahí en donde se apruebe o no, la mudanza del equipo de los Oakland Raiders a Las Vegas, Nevada. Dicha decisión requiere que 24 de los 32 clubes estén de acuerdo en el cambio y en caso de aprobarse la mudanza, los Raiders tendrían que jugar dos años más en Oakland, las temporadas 2017 y 2018.
El dueño de Raiders, Mark Davis, se ha fijado en la ciudad de Las Vegas por lo menos un año, comenzando poco después de que los Raiders, en un esfuerzo conjunto con los Chargers, perdieran en un intento de construir un estadio en Los Ángeles.
El acuerdo de la construcción de la nueva casa de Raiders en Las Vegas, gira alrededor de 750 millones de dólares en fondos públicos, con un estadio que costaría 1.900 millones de dólares, con aforo para 65 mil aficionados.
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