La Secretaría de Gobernación indicó que hay cerca de 900 migrantes que han intentado cruzar a México por medios no seguros.
Tras su llegada a la frontera con México, 640 migrantes han obtenido acceso como refugiados. La Caravana migrante continúa con cerca de 2 mil personas.
Tras el arribo de la Caravana migrante a la frontera sur con México, los diversos organismos de control y apoyo en la franja sur de nuestro país comenzaron a realizar los trámites de refugio. Derivado de ello, 640 personas, entre ellas 164 mujeres y 104 niñas, niños y adolescentes; así como adultos mayores y adultos con diversos grados de discapacidad.
La Secretaría de Gobernación informó que los trámites fueron realizados de manera conjunta con el Instituto Nacional de Migración (INM), elementos de la Secretaría de Marina (Semar) t de Protección Civil del Estado de Chiapas, quienes además, brindan asistencia médica, alimentaria y logística.
A pesar de que no todos los migrantes consiguieron su registro como refugiados, la Caravana migrante continúa siendo numerosa. De tres mil personas que la conformaban a su llegada a la frontera sur, quedan aproximadamente dos mil.
En su búsqueda por llegar a la frontera con Estados Unidos, la movilización conformada mayoritariamente por hondureños ha encontrado a su paso a un número significativo de chiapanecos que han ofrecido agua y fruta para lidiar con el pesado clima de la región.
Otros 2 200 migrantes permanecen en el puente fronterizo ubicado entre México y Guatemala, en espera de contar con el permiso de las autoridades para continuar con su camino. Además, a través de un comunicado el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó que se brindó atención médica y alimenticia a 4 500 migrantes que arribaron en días pasados a la franja sur.
La Secretaría de Gobernación destacó que han detectado que un aproximado de 900 migrantes ha intentado cruzar a México a través de conexiones no formales. «De los casi 900 migrantes que han buscado ingresar por cruces no formales que ponen en riesgo su vida, como el Río Suchiate, las autoridades mexicanas mantienen las labores para su rescate, y serán sujetos del procedimiento administrativo que instruye la legislación mexicana y, en su caso, repatriados a su lugar de origen».
Entre tanto, quienes aún esperan el momento para ingresar a suelo mexicano, han reiterado su decisión de llegar a Estados Unidos, «Pedimos a los mexicanos que nos ayuden, que no nos regresen. No queremos molestar, solo queremos llegar a Estados Unidos para poder trabajar».
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