El discurso de los refugiados
Tras 20 días, el Open Arms desembarcó en la isla de Lampedusa, en respuesta a la iniciativa española para socorrer a los 83 migrantes a bordo
Por la cercanía con la región y los acontecimientos inmediatos, al escuchar sobre refugiados (migrantes) de inmediato volteamos la mirada hacia el cono sur del continente americano: Venezuela, principalmente, aunque también los hay (o hubo) de Colombia, Ecuador, Chile, Argentina, Brasil y mayoritariamente de la parte central de la placa continental.
Sin embargo, el presente nos enfrenta a una nueva (para muchos de nosotros) realidad; los conflictos bélicos en Oriente Medio y las condiciones inhumanas de pobreza, represión y falta de desarrollo social en gran parte de África, han orillado a millones de pobladores a buscar refugio en los países europeos, por lo que Libia se ha convertido en la ruta más corta para alcanzar la estabilidad y el «sueño europeo».
Aunque la Organización de las Naciones Unidas ha exigido a los países de la Unión Europea a recibir a los refugiados, la mayoría de las naciones han girado la vista y mantienen su preocupación en otros asuntos: el Brexit y el presidio del Fondo Monetario Internacional, son tan solo unos ejemplos.
Lejos de preocuparnos la respuesta casi nula ante la drástica condición de los refugiados —peor aún de los que no pudieron escapar de los regímenes africanos—, sorprenden los discursos supremacistas de algunos funcionarios europeos. Italia y Matteo Salvini encabezan la lista, se dicen preocupados y dispuestos a evitar que su nación se convierta una vez más en el campo de refugiados de toda Europa.
Mientras tanto en la UE se calla, cual si el tema no les perteneciera, como si el aire del tercer mundo que los vientos arrojan desde África central hasta el norte de Escocia les fuera ajeno; les ocupa que un Brexit duro culmine con los beneficios de los europeos. Europa para los europeos, podría decir alguien.
…Open Arms estuvo varado cerca de las costas de Lampedusa, con al menos 83 migrantes a bordo, llevaba 20 días sin respuesta, hasta que España decidió enviar un buque por él. El «rescate» tardaría tres días en llegar, hasta que el fiscal de Agrigento (Sicilia), minutos después de la resolución de los ibéricos, ordenó incautar el buque y desembarcar a los refugiados. Mientras tanto, seguimos preguntándonos quiénes son los del tercer mundo.
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