EDOMEX2017: EL PARTIDO HEGEMÓNICO VS EL PARTIDO DEL CRECIMIENTO REPENTINO

Con una extensión de 22 mil 351 km² y una densidad poblacional de 16 millones 187 mil 608 habitantes, el Estado de México bien podría ser la «joya de la corona», mismo que ha sido gobernado por el mismo partido político por 88 años, el PRI. Aunque todos hablan de sacarlo del palacio de gobierno mexiquense, todos se han quedado cortos.

El estado de México, es el lugar en donde se fragua la ilegalidad en las campañas políticas, el sitio en donde, «al jugar de local», el partido político hegemónico hace y deshace a conveniencia, una entidad en donde el PRI está arraigado y parece ser parte del ADN, en donde se aferra y prueba sus trucos, para darlos a conocer en las elecciones siguiente, en las cuales se busca la presencia de México.

Es así que, el partido que gana las elecciones en la entidad, tiene asegurados la mayoría de esos votos para los comicios federales del año siguiente.

Es por ello que todos los partidos políticos consagrados en México, decidieron competir por la entidad solos, porque derivado de cuánto ganen o pierdan, ellos sabrán poner sobre la mesa su siguiente estrategia, todo siempre con miras al 2018.

El partido hegemónico, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al haber logrado vencer en las elecciones federales pasadas, se puso de nuevo en el mapa. Es de admitir que dentro de esta institución política nunca ha habido crisis de nombres. Aunque el partido, únicamente no ha gobernado en dos sexenios, siempre ha contado con políticos con presencia en la vida nacional.

Es así que recurre a un viejo apellido para poder llevarse el triunfo. Alfredo del Mazo Maza, hijo y nieto de gobernadores del Estado de México con el mismo nombre y apellido, el primero de ellos de 1945 a 1951, su padre siéndolo de 1981 a 1986. Además, es primo tercero doble del presidente Enrique Peña Nieto. Su último cargo de elección popular que ocupó fue de 2015 a 2018, siendo diputado federal por el municipio de Huixquilucan, anteriormente fue presidente municipal del mismo municipio del 2009 al 2012.

Del Mazo Maza ya había intentado contender por la gubernatura, sin embargo las fuerzas políticas al interior del partido no se lo permitían, o quizás era la inexperiencia, eso aún no está claro, lo que sí es que era el mejor posicionado dentro de la cúpula estatal del PRI para intentar competir en estas elecciones. Cerca se quedaron Ernesto Nemer, José Manzur, Carolina Monroy del Mazo, y una lista de priistas que seguramente meterán presión dentro de unos años, para acompañar o no al posible ganador de las elecciones.

Las encuestas hoy en día funcionan más para cuestiones proselitistas sutiles que para marcar parámetros de medición reales. Este instrumento pone como punta de lanza a dos candidatos, al ya mencionado Del Mazo y a la candidata del Movimiento de Regeneración nacional (Morena), una institución política creada por Andrés Manuel López Obrador, quien en un intento desesperado por hacer las cosas como él quiere, fundó este partido.

Con él, ha ganado popularidad de una manera sorprendente, ya que en tan solo cinco años ha logrado posicionarse como una de las cuatro más fuertes instituciones políticas del país.

Delfina Gómez, por vocación maestra, ha mostrado en esta elección tanto carencias como virtudes. Carencia en la conformación de un discursos, así como en el conocimiento en el número de diputados federales que aporta el estado y similares. Sin embargo, la forma en la que hizo «clic» con la población a través de su vocación y la humildad que antepone en cada discurso, han hecho que sea puntera en las encuestas de preferencia electoral.

En cuanto a los cargos de elección popular que ocupó, se encuentran la Presidencia municipal de Texcoco de 2013 a 2015 por el partido Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo, para posteriormente desempeñar el cargo de diputada federal con Morena.

Cabe señalar que el PRI cuenta con alianzas, lo que aumenta la fuerza de su candidato, aunque siembra la duda de si como partido, de forma individual, es igualmente poderoso como se piensa. En el caso de Morena, AMLO logra reunir a los adeptos ganados en batallas pasadas, desde la gente que lo seguía al ser jefe de gobierno del Distrito Federal, y hasta los comicios en lo que contendió y perdió contra Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Así, ambos candidatos enfrentan la recta final de las elecciones, cada uno con sus mañas, cada uno con recursos que sólo ellos saben qué tan limpios son y con toda una disputa cuyo desenlace estamos a pocas horas de conocer.

Por César J.G.

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