Apenas comenzábamos a digerir el fracaso y el disgusto de la marcha contra el presidente de la República, cuando algunos medios de comunicación y periodistas reportaron «el atentado en contra de Héctor de Mauleón», periodista, conductor de televisión y férreo crítico de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Si bien las cifras del presidente no son dignas de alabar, aventurar hipótesis sin evidencia se ha convertido en una constante para quienes hoy se ubican en la postura de la oposición al partido en el poder.
Para nadie es un misterio que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, como tampoco lo es el hecho de que el país tiene severos problemas de impunidad, corrupción e inseguridad a niveles alarmantes, sin embargo, dos males persisten y se ocultan entre esa peste: el clasismo y la manipulación de la información.
La marcha (quinta de su tipo) para exigir la renuncia de AMLO registró una presencia de 15 mil personas en todo el país, pocos comparadas con otras similares, pero que no dejan de significar un tema de debate. No obstante, más allá de la poca participación, sorprenden las muestras de clasismo, el desprecio a las clases bajas (económicamente hablando) y una pretensión de «superioridad» de algunos manifestantes.
«Soy fifí porque yo sí estudié», sugiere una de ellas, mientras un empresario (según el mismo) afirma tener muchos empleados que «no ejercitan su cerebro».
En la otra trinchera, oculta por males todavía peores, ciertos medios de comunicación abalanzan sus hipótesis recargadas más en un desprecio al nuevo régimen que en la veracidad e investigación de los hechos, es preferible (así parece) atacar a AMLO que corroborar la información.
En la tarde del día de ayer se registró el asesinato de un hombre en la colonia Condesa, las primeras versiones (extraoficiales) sugirieron un intento de asalto al periodista Héctor de Mauleón, mientras otros periodistas y medios aventuraron que se trató de un atentado contra el comunicador, sin más pruebas que el hecho de tratarse de un crítico del actual gobierno.
Minutos más tarde, la periodista Azucena Uresti apuntó que se trató de un intento de homicidio al guardia de seguridad del periodista, mientras este último se encontraba comiendo en un restaurante: el guardia, al defenderse, asesinó al presunto asaltante.
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