¡Estreno sin su principal show!
De acuerdo con lo que establece la Constitución Política de la Ciudad de México, la comparecencia del jefe de Gobierno en materia de rendición de cuentas debió haberse realizado con un plazo límite al 15 de octubre del presente año, término vencido a todas luces y sin que el funcionario haya sido citado a comparecer en la entrega de su último informe de gestión administrativa. Pudiera ser que el motivo a esta falta de legitimidad procesal legislativa haya sido la extenuante carga de trabajo heredada por la legislatura saliente, pero el caso es que para temas de índole trascendental como lo es la comparecencia del informe antes señalado, —que es la esencia de responsabilidad obtenida para con la sociedad y las instituciones sobre la rendición de cuentas y la transparencia— es fundamental para el ejercicio del sistema de las funciones y facultades de los poderes basados en un republicano modelo del Estado mexicano.
Somos espectadores críticos del actuar de la administración pública, y en este momento los reflectores deben estar apuntando a la Junta de Coordinación Política, quienes deberán elaborar el acuerdo con la preguntas formuladas al jefe de Gobierno, ya con tiempo en demasía para dar una clara explicación a su actuar administrativo.
La incógnita es: ¿cuándo serán enviadas esas formulaciones legislativas al ejecutivo de la Ciudad de México?, esperemos que esto no sea un comienzo labrado por deficiencias y excusas ante el funcionamiento del reciente Congreso local capitalino.
La lucha y la balanza entre los residentes del Congreso de la Ciudad de México, siguen en disputa, ya que dentro de esta diversidad de representaciones legislativas democráticas, siguen existiendo las batallas internas entre las representaciones de las bancadas leales, convergentes o vanguardistas «quienes no están de acuerdo con la línea marcada», lo que implica, la deficiente la falta de acuerdos en su actuar legislativo, como lo es el caso del incumplimiento al llamado a la rendición de cuentas del mandatario capitalino.
Por Leonardo Zarazua Solís
HOY NOVEDADES/LIBRE OPINIÓN