EL LADO OSCURO DEL BALOMPIÉ
EL LADO OSCURO DEL BALOMPIÉ

Hoy en día, la fama, el dinero y la corrupción van de la mano, pues cada vez suman más los  casos sobre narcotráfico, sin embargo, ya es tan normal para nosotros que no nos sorprende.

Este martes dieron el pitazo de inicio. El futbolista mexicano,Rafael Márquez Álvarez (michoacano de nacimiento) encabezó una lista «negra» realizada por Estados Unidos, donde se presentan empresas y personas vinculadas con dinero proveniente del narco en algún lugar del mundo.

A dicha lista se le conoce como Specially Designated Narcotics Traffickers o SDNT list, pero se le suele llamar Lista Clinton, pues fue el presidente  Bill Clinton quien llevó a cabo dicha medida en octubre de 1995, por la Orden Ejecutiva 12978, con el propósito de combatir la  guerra contra las drogas y el lavado de activos.

No es el primer caso en el que el narcotráfico se ha hecho presente dentro del mundo del fútbol, donde no solo los clubes mexicanos y de otros países se ven envueltos en problemas por nexos con el crimen organizado.

El caso de Rafa Márquez nos hace voltear y mirar a algunos como el de Pablo Escobar, difunto líder del Cartel de Medellín en Colombia, el cual, supuestamente, ayudó al crecimiento futbolístico en aquel país. Escobar construyó muchas obras benéficas para los pobres, entre ellas 60 campos de fútbol.

«El narcotráfico contribuyó a que el fútbol colombiano se potenciara, que los salarios se mejoren, que se construyan buenos estadios y que los clubes tengan una base estructural importante» dijo al respecto Édgar «Peinadito» Ospina, entrenador del fútbol peruano.

¿Qué tan cierta es la idea de que el narco ayuda a los pobres más que los gobiernos? No es una idea muy descabellada, pero también tengamos presente toda la violencia que conllevan dichos actos delictivos.

Continuemos, pues no todo se realiza en otros países, ya que el crimen organizado de Colombia encontró una «mina de oro» en México, porque desde 2003 realizaron inversiones y sobornos principalmente por parte del Cartel del Norte Valle de Colombia. Lo anterior basado en sucesos como en el que estuvo involucrado «El Tío», José Martínez, quien fungió como promotor deportivo colombiano y que en nuestro país fue señalado como propietario de equipos: Irapuato y Querétaro.

Caso similar es el de Carlos Ahumada, acusado de recibir 94 mil dólares por parte del narco cuando era propietario del León y Santos.

Al parecer la lista no termina, pues resultan casos como el del atacante mexicano Jared Borguetti, quien fue vinculado por asistir a una fiesta organizada por el mayor de Los Arellano Félix, líder del cartel de Tijuana, asesinado en esa celebración. Otro caso que desató mucha polémica fue el de Omar «El Gato» Ortiz, acusado de participar en dos secuestros del Cártel del Golfo, cuyo final se dio cuando el exarquero de varios clubes mexicanos confesó haber estado implicado y que cobró más de 100 mil pesos por cada uno.

En su momento, el presidente de la Liga Mx, Decio de María, aseguró que es un mal del cual no se puede estar del todo absuelto.

«El narcotráfico es un tema muy fuerte y que más allá de los controles que puedas tener en cualquier industria, siempre existe la posibilidad de… Tenemos protocolos, los seguimos y los medimos de manera recurrente, las posibilidades siempre existen».

¿Ahora qué dirán los directivos del fútbol mexicano y del mundo sobre la tarjeta roja que le sacaron a Rafa Márquez? ¿Seguirán lavándose las manos y diciendo que ellos están limpios de todo pecado?

Con dicha declaración nos deja claro que cada vez el narco toma mayor fuerza y el gobierno se ve indefenso ante él. Pues se ha convertido en un negocio que no respeta ni fronteras ni industrias, en tanto que no solo prevalece en el balompié sino en otras industrias, como la farándula y hasta en la música.

Por Blanca Cortés

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