Las dependencias federales, las comparaciones y los números volvieron a hacer enfadar al presidente Andrés Manuel López Obrador, en esta ocasión el turno fue del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del decrecimiento que la economía nacional presentó en el primer trimestre de su gobierno, algo comparable solo con lo acontecido en la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León.
De acuerdo con la información del INEGI, el Producto Interno Bruto (PIB) de la presente administración registró una disminución del 0.2 por ciento en términos reales (en comparación con el último trimestre de Enrique Peña Nieto), una tendencia a la baja que no se presentó en los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
López Obrador recordó ─principalmente a los analistas y críticos de su gobierno─ que durante los primeros tres meses de la presidencia de Zedillo el decremento de la economía fue de menos siete; «sin embargo, para los conservadores ese gobierno está calificado como bueno, aun con el Fobaproa. Porque fue genial eso de convertir deudas privadas en deuda pública».
Lejos de las comparaciones, las cifras de Obrador volvieron a fallar, pues la disminución del PIB en todo 1995 sí fue de siete puntos porcentuales, no obstante, el primer trimestre de Zedillo registró un decrecimiento del 1.9 por ciento, advirtió el economista Luis Miguel González, quien también afirma que no debe pasarse por alto que la economía nacional ya presentaba una tendencia negativa desde los últimos meses de la administración de Peña Nieto.
Obrador acusó a los conservadores de utilizar comparaciones exageradas para desvirtuar su gobierno, empero, pasó por encima que algunas de las medidas implementadas en sus primeros meses de administración han contribuido a la merma de la economía nacional, sustentada principalmente en el petróleo, la minería y la producción industrial.
Al presidente de la República pasó por alto que la cancelación del Nuevo Aeropuerto internacional de México, el combate contra el huachicol y sus enfrentamientos con algunos empresarios nacionales provocaron una cadena de incertidumbre y retiros de inversión en el país, que culminaron por afectar el crecimiento del PIB en la economía mexicana.
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