Yeidckol Polevnsky aseguró que en la política no se compran diputados como jugadores en el futbol.
Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, apela a que su candidatura fue un acuerdo entre el PES y Obrador.
Todo parece indicar que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no será miel sobre hojuelas, pues ya incluso desde antes de que tome posesión las broncas entre sus militantes no se han hecho esperar. Ahora, una de las más fuertes es la que se traen Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, y el gobernador Cuauhtémoc Blanco junto a su representante José Manuel Sáenz, a quienes tachó de una falta de nobleza.
Así, para Polevnsky, tanto el gobernador como su vocero han dejado la política para adentrarse más en los terrenos del futbol, pues los ha acusado de hacer cambalaches de diputados como si se trataran de meros futbolistas cambiando de equipo. Esto lo comentó porque Sáenz ha intentado llevarse militantes de Morena al Partido Encuentro Social en el Congreso local; por lo que quiere dejarle en claro al ex americanista que esto no se trata de cambiarse al Veracruz así como así, y no puede hacer que los políticos cambien de equipo «ofreciendo moches y comisiones» (porque claro, eso no ocurre en México…al menos no en la política).
«Creo que él (Saénz) es un experto en el campo de los deportes, y en el caso de los deportes o del futbol, por lo que veo y por lo que entiendo, ahí sí se compran deportistas, se venden deportistas, se hacen ese tipo de cosas, pero no es la forma de trabajar dentro, yo pienso, que de la política», dijo Polevnsky.
Respecto a estas declaraciones, Blanco contraatacó alegando que la relación con todos los diputados en Morelos ha sido con todo respeto, sin «distingos» partidistas, por lo que ni él ni su equipo han ofrecido dinero para que los políticos de la entidad se unan al PES.
Sin embargo, en otra jugada, Yeidckol Polevnsky atajó este ataque mencionando que está «muy enojada» por el hecho de que Blanco no integró en su equipo a Rabindranath Salazar, quien era la opción de Morena para la gubernatura de Morelos y a quien terminó quedando fuera por una encuesta.
Y aunque éste fue un tiro con chanfle que casi entra al arco, Cuauhtémoc Blanco, con toda su experiencia pambolera, no dejó que el esférico entrara, sino que incluso realizó un atajadón al comentar que «Mi equipo de trabajo, está en proceso de conformación y nos encontramos en la búsqueda de los mejores perfiles para los distintos cargos, a fin de contribuir desde Morelos con la agenda de combate a la corrupción impulsada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador», o en pocas palabras: Rabindranath Salazar no dio el ancho según ellos.
Sin embargo, queriendo implementar el fair play, Blanco comentó que tiene «absoluto respeto a las opiniones de la dirigente nacional de Morena, lamento profundamente las expresiones xenófobas hacia José Manuel Sanz –debido a que Polevnsky se refirió a él como ‘españolete’- y mantengo firme la postura del respeto absoluto a la vida interna y decisiones de los partidos políticos».
Asimismo, Blanco dio a entender que prácticamente la última y única palabra a tomar en cuenta es la del árbitro Obrador, con quien «la decisión de mi candidatura al gobierno de Morelos, fue un acuerdo político, entre el líder nacional del PES Hugo Erick Flores y el entonces candidato, hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador».
Las broncas ya comenzaron en Morena y el PES, sólo queda esperar porque esto no se defina en la pena máxima.
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