El tatuaje del SNTE
El tatuaje del SNTE. FOTO: ESPECIAL

La lucha por el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación

Con las recientes declaraciones de Elba Esther Gordillo, como exlideresa de la SNTE, en la que se apoya de las afirmaciones del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, de «construir nuevos liderazgos surgidos del voto libre, incluyente y secreto» busca dirigir, por segunda ocasión, al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, con una «visión de fortalecer lo que para ella es un organismo débil y sin futuro», que hoy en día, se encuentra al frente de Juan Díaz de la Torre. Para ella, la forma de dirigir del actual líder «no es la correcta», entonces, eso quiere decir, que, tras casi cinco años de prisión, ¿ha entendido la forma correcta de dirigir a dicho Sindicato?, un sindicato polarizado durante este sexenio de Enrique Peña Nieto.

Como imagen de mártir empoderada vuelve al escenario, con el tatuaje de la SNTE bien marcado, cargada de energía magistral que le permite convocar a la masa educativa nacional adscrita a este sindicato, y pareciera que la respuesta es favorable, pues le llena el orgullo obtener tan buena respuesta por parte de sus seguidores. Esto la pone en una muy posible ganadora en la próxima elección interna de esta institución sindical.

Como estrategia del gobierno federal peñista de ponerla en la cárcel para, posteriormente, dejarla libre, bien podría decirse, que es una forma estratégica para dejar libre a la fiera sindical y que el aún presidente electo morenista y ya en sus futuras funciones de gobernante, se entienda con ella y con su forma de trabajar y hacer las cosas.

Es casi imposible de creer que Gordillo SNTE, busque mejorar las condiciones de los y las maestras, y no solo busque a través del escalafón gubernamental una posible venganza contra aquellos que la polarizaron y le hicieron ver su suerte en el penal y la prisión domiciliaria.

Ahora le toca al gobierno de Andrés Manuel, darle seguimiento no solo a lo que implica su proceso judicial, sino su posible periodo de gestión al frente del Sindicato y sus intenciones políticas, pues no olvidemos que bien podría en seis años, ser la adversaria del mismo López Obrador o su apadrinado al Gobierno de la República, pues si bien es cierto, Gordillo Morales, fundó su ya liquidado partido político (Partido Nueva Alianza), y con la fuerza que representa el SNTE, le da una clara oportunidad de colocarse en la jugada de la política del país, pues su estrategia mediática le ha funcionado al día de hoy.

Habría que hacernos las siguientes preguntas, ¿quiénes son los cuerpos de poder que están interesados en que resurja Esther Gordillo como líder sindical? y ¿cuáles son los verdaderos intereses de esta al frente de la SNTE?, su reciente declaración en torno a una mejor calidad de beneficios para los agremiados, no termina de convencer a la opinión pública, pues del dicho al hecho existe un gran trecho.

Por Leonardo Zarazua Solís 

HOY NOVEDADES/LIBRE OPINIÓN