La ONU asistirá la reglamentación de las leyes secundarias de la Guardia Nacional
Con la participación de Michelle Bachelet se busca que la Guardia Nacional respeto los derechos humanos en los casos en que sea necesaria su presencia
Aunque la Guardia Nacional fue aprobada prácticamente por «unanimidad» en todo el país, su creación sigue generando diversas dudas no sólo en el ámbito político, sino también en el social, pues aunque este nuevo cuerpo policíaco es aplaudido por algunos –quienes lo consideran necesario debido a la violencia que azota a México–, es repudiado por otros que lo consideran como la militarización que Obrador prometió nunca llevar a cabo y a la cual tanto se oponía.
Y a pesar de que el presidente ya ha asegurado que nunca, ni una sola vez durante su gobierno, ordenará que se reprima al pueblo, todavía hay quien con cierta razón teme del abuso de poder que la Guardia Nacional pueda llevar a cabo hacia la sociedad. Por ello la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asistirá el proceso de reglamentación de este cuerpo, así lo afirmó Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU.
Sin embargo, lo curioso del asunto es que ahora los más interesados porque se siga un proceso legal son el PRI y el PAN, quienes pidieron a Bachelet no abandonar a México en este proceso de legislación, aunque tampoco se les puede culpar de ello, pues si bien en un inicio la titularidad de la Guardia Nacional había recaído en un mando civil –y lo cual ya había sido aprobado por el Senado–, las últimas declaraciones de AMLO dan a entender que será un militar en activo quien quede a cargo, lo cual se ha tomado como un acto de imposición.
Por situaciones como la anterior se espera que la participación de Bachelet sirva como una garantía tanto a la legalidad de la Guardia Nacional como a la seguridad de los mexicanos, pues su presencia significaría la participación directa de la ONU en la creación de las leyes secundarias por las que se regirá el nuevo organismo, así como los procesos de formación y educación de quienes la integren.
Con esto se espera que la Guardia Nacional respete los derechos humanos en todos aquellos casos en los que sea necesaria su participación. Sin embargo, cabría preguntarse hasta qué punto es funcional la participación de la ONU cuando más que un organismo mediador, últimamente ha demostrado que sus sanciones no van más allá de «llamadas de atención» mientras algunos funcionarios –como Trump o Maduro- continúan imponiendo sus órdenes.
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