Enrique Cisneros fue fundador de CLETA en 1973.

A través del personaje de El Llanero Solitito, Enrique Cisneros llevó el teatro a las luchas sociales.

El actor, dramaturgo, periodista y activista social, Enrique Cisneros Luján, mejor conocido como «El Llanero Solitito», falleció el pasado sábado por la noche a los 71 años de edad. Fue fundador, en 1968 del Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA), un espacio de arte y teatro independiente cuyo compromiso con la sociedad fue siempre usado como estandarte.

Con CLETA, era posible verlo en distintos recintos presentando sus obras, La Casa del Lago, el Festival Cervantino y sobre todo la UNAM, fueron parte de los espacios que lo vieron desfilar con su lírica y retórica.

Aunque el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística nació en la UNAM, decía, este fue desconocido por las autoridades. De acuerdo con Cisneros Luján, surgieron a raíz de la toma de espacios universitarios y fueron acompañados por un gran cúmulo de artistas universitarios.

En 2007 se expuso un coloquio denominado «CLETA, entre la negación y el reconocimiento», el cual fue realizado en la misma UNAM y cuyo libro fue editado por esta casa de estudios en 2018. En él, participaron más de 50 ponentes que expusieron las razones por las que esta organización teatral era o no parte de la Máxima casa de estudios de nuestro país.

Su gestación, según contó El Llanero Solitito innumerables veces, se gestó en los movimientos estudiantiles de 1968 pero fue hasta 1973 cuando inició su trabajo. Su casa, fue el Foro Isabelino, ahora conocido Museo Eco, espacio tomado por CLETA. Desde entonces, esta organización se sumó a distintas causas, desde la difusión cultural y hasta el activismo ambiental y político; se sumaron a trabajadores, estudiantes y distintas luchas.

Ante el fallecimiento de Enrique Cisneros, dada a conocer por su hija, la activista Ixchel Cisneros, políticos, artistas y activistas enviaron sus condolencias a la familia. Su cuerpo fue velado la funeraria García López en General Prim 62 a partir de la 1 de la mañana del 3 de marzo.

«Soy un trabajador apenas, un trabajador del teatro. Sencillo, con hambre en los rincones de dos o tres partes de mi organismo; renta descongelada; cuatro escuinclas y tres escuincles que llenar de frijoles y un salario mínimo tan miserable siempre como el alma del rico. Pero a veces, en mis horas de mi soledad más íntimo, suelo marcharme por líricos caminos en busca de algún cuento o en busca del olvido a tanta pena diaria que sufre en condominio, con todas mis hermanos y hermanas, desde el salario mínimo, durante toda mi vida a ellos, a los trabajadores, a mis hermanos de clase, mis cuentos les dedico». Enrique Cisneros.

HOY NOVEDADES/MI CULTURA