El juez determinó que Gordillo puede recibir visitas en su departamento y recibir llamadas telefónicas.

El juez ordenó a la PGR quitarle el dispositivo a la maestra, ya que argumentó que éste no le permite dormir.

Como si fuera un auténtico milagro de navidad adelantado, una mujer logró lo impensable: vencer a las autoridades mexicanas y regresar a casa para celebrar la noche buena en compañía de sus seres queridos, ya que un juez federal ordenó retirar el brazalete electrónico a Elba Esther Gordillo, bajo el argumento de que este objeto le puede ocasionar problemas emocionales, a una semana de haber llegado a su departamento en Polanco para cumplir con la prisión domiciliaria.

Debido a que Gordillo ya se había quejado de que el dispositivo que le colocaron en el tobillo, le causaba problemas de ansiedad porque por las noches producía vibraciones que le impedían dormir bien, la Maestra pidió que se le retirara, lo que en un primer momento le fue negado por la juez décimo segundo de Distrito en Amparo. Sin embargo, ésta turnó el caso al juzgado sexto de Distrito en Proceso Penales, que advirtió a la PGR que de no retirar el brazalete se hará acreedora a una multa.

Asimismo, el juez determinó que Elba Esther pueda recibir visitas en su departamento y recibir llamadas telefónicas.

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