El Mundo - Fotogramas de realidad
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La violación del espectador: del cine a la realidad

Hoy en día se sigue teniendo el pensamiento erróneo de que la violencia en el cine incita a la violencia en la vida real.

Irréversible es considerada una de las cintas más polémicas debido a la escena tan cruel pero a la vez tan real de la violación sexual hacia su protagonista.

México (¿el mundo?) es un país que no está hecho para la seguridad de las mujeres, así lo demuestran las cifras, cuyos resultados arrojan que al día, en promedio siete de ellas son asesinadas, mientras que otro tanto más son violadas, como lo deja en claro el caso de Veracruz, donde se estima que diariamente ocurren cuatro abusos sexuales. Así, en un mundo donde la violencia contra el género femenino es el pan de cada día, es necesario concientizar sobre este problema para tratar de reducirlo, ¡demostrar que existe!, aunque para ello sea necesario abrirle los ojos a la sociedad de una forma bastante cruda mediante el arte, y la mayoría de las veces es el cine el que mejor logra retratar esta crudeza.

Basta recordar cintas como Irréversible (2002) de Gaspar Noé, donde vemos al personaje de Monica Bellucci ser violada de una forma tan salvaje –y en una secuencia bastante larga- pero a la vez tan convincente, que incluso es considerada como la película que mejor ha plasmado la violación. Cómo olvidar también aquella escena en Kids (1995) donde Casper (Justin Pierce) se aprovecha de que Jennie (Chloë Sevigny) está inconsciente para abusar de ella.

Después de todo, ¿situaciones como estas, acaso, no suceden día con día en la vida real? Por ello, es sorprende que aún exista gente que se moleste por ver este tipo de películas bajo el argumento de que «es innecesario mostrar ese tipo de violencia» o, más aún, bajo la idea de que «estas películas sólo incitan a los hombres a salir y violar». Si se piensa esto, no sólo no se está sabiendo leer un filme ni mucho menos reconocer la denuncia que éste hace, sino que también se está evadiendo la realidad, pues el séptimo arte no incita a cometer tales crímenes, sólo los traslada a una pantalla para decirnos «Hey, esto sucede en tu mundo, yo sólo muestro lo que no quieres ver, lo que no quieres reconocer».

Lo anterior sale a colación luego de que, tras uno de esos interminables ratos de ocio en Facebook, me encuentro con la recomendación de una cinta llamada Deadgirl, cuya trama aborda la historia de dos adolescentes que descubren a una mujer encadenada en un hospital abandonado, sin embargo, al ver que por alguna razón la chica no puede morir, aprovechan esto para saciar sus más bajos y violentos instintos. Sin embargo, entre los comentarios que acompañaban dicha publicación resaltaban dos: «Una fantasía masculina: Que la mujer no pueda morir para que pueda ser violada, Woau, lo que hay que ver» y «Seguí promoviendo la cultura de la violación».

Lo que no parecen entender estas personas es que el cine –y más aún el de terror- no incita a asesinar, a violar ni mutilar, sino que este tipo de películas, cuando son bien hechas y como mencionamos anteriormente, sirven para retratar, criticar y denunciar. ¿Qué podría denunciar o plasmar una cinta como ésta? No lo sé, quizá que el cuerpo de la mujer hoy en día únicamente es visto como un objeto sexual que sólo sirve para complacer; o que cuando alguien ha sufrido de abuso sexual, el dolor llega a tanto que se siente estar muerto en vida; incluso hasta podrían recalcar la impunidad y el sentimiento de superioridad del «sexo fuerte» hacia el «sexo débil», algo así, pero ¿promover la violación?, para nada (a menos, claro, que dichos productos lleguen a mentes dañadas).

Debemos entender que el cine no sólo existe para entretener, sino también para lanzar una crítica hacia nosotros mismos, hacia nuestra propia podredumbre; aunque para lograr esto a veces será necesario crear y mirar filmes que muestren lo que no queremos mirar, y para que éstos sean apreciados es necesario dejar de verlos de forma tan escueta, tan básica, y comenzar a poner atención en el trasfondo de sus historias.

Israel Yerena

HOY NOVEDADES/LIBRE OPINIÓN