En esta segunda parte de la entrevista, el exalcalde planteó qué haría la diferencia si él gobernara Ecatepec.
Sobre su relación con Higinio Martínez: «Es buena, yo lo estimo, lo quiero, es una buena persona, es un buen ser humano, pero su conservadurismo le gana».
José Luis Gutiérrez Cureño, ahora en las filas de Morena, buscará de nueva cuenta ser presidente municipal de Ecatepec, como lo hiciera hace casi 12 años de la mano del PRD; en esta segunda parte de la entrevista, conversó sobre el llamado «Efecto AMLO», los aciertos y errores que tuvo como alcalde mexiquense, cómo es su relación con Higinio Martínez, además de su percepción sobre Isis Ávila como posible candidata del PRI en dicho municipio, entre otros temas.
Pese al boom de la interacción en redes sociales como Twitter y Facebook, entablar diálogo con algún político, por esa vía, continúa siendo un reto en el que no siempre la población es responsable de la nula comunicación, pues basta con recordar aquel tuit o mensaje que se ha quedado sin respuesta, o peor aún, en «visto».
Es por ello que Hoy Novedades se dio a la tarea de conversar con el exmunícipe, para así publicar a detalle sus respuestas y que la población conozca un poco más acerca de uno, de los tantos, que tienen fija su mirada en la alcaldía del municipio más poblado del Estado de México.
Con esta segunda tanda de preguntas y respuestas, concluye la conversación sostenida con Gutiérrez Cureño.
Mucho comentó la opinión pública en 2006, respecto a que el «Efecto AMLO» permitió que usted ganara la presidencia municipal y que, de repetirse la alineación para 2018, usted volvería a ganar por esta razón, ¿qué hay de cierto en esta opinión?
Es como una cosa de opinión, porque es subjetiva, no está medido eso. De entrada, en el 2006, mi elección fue un día diferente al de la elección federal, yo fui electo el 11 de marzo y la elección de Andrés fue en julio, entonces así como que exactamente haya sido el «Efecto AMLO», no hay elemento fundado.
Obviamente había una tendencia a favor, lo comprendo, lo reconozco, pero también habría que argumentar que yo ya había sido candidato en el 2000 y que continué realizando un trabajo permanente de 2000 a 2006; es decir, no fui un candidato improvisado, sacado de la chistera, que se sumó y ganó, porque no tenía otro mérito más que el acompañamiento de Obrador.
«También hay que recordar que, en 2006, Andrés en principio había simpatizado con la idea de que Marcela González fuera la candidata, entonces así como que exactamente Andrés y yo éramos uno mismo, pues no».
Debo recordarle a quienes piensan así, que AMLO en mi campaña del 2006 solo vino una vez a apoyarla y eso fue el último día que se podía hacer campaña y eso fue porque iba pasando por aquí y nos aceptaron que viniera el último miércoles de campaña, a las 5 de la tarde, media hora. Venía de la zona norte del Estado de México, entonces pasaría por aquí y nos regalaba media hora si hacíamos el evento sobre la vía Morelos, entonces tuvimos que hacer el evento de cierre de campaña en el Siervo de la Nación para que pudiera pasar Andrés.
Las veces que con Andrés le hemos ganado al PRI, lo habíamos hecho con una cifra mayor a los 300 mil votos y, en esta elección en donde Andrés estaba dirigiendo Morena, con la señora Delfina apenas llegamos a los 220, o sea, con todo y Andrés y Delfina y todo, no regresamos a las cifras de antes, ni siquiera a la cifra que yo obtuve en el 2012 que me postulé nuevamente y que fueron 260 mil votos.
Ya con la experiencia como munícipe en su currícula, ¿qué marcaría la diferencia en el gobierno de Ecatepec, si usted volviera a ser edil?
La eficiencia, porque en aquel entonces yo me di cuenta que el equipo que integré ―el cabildo que ganamos la mayoría y yo mismo, con todo y que nos habíamos preparado y estudiado, durante seis meses nos metimos a cursos intensivos― padecimos una curva de aprendizaje que duró casi un año.
Prácticamente a los nueve meses tuve que tomar decisiones de golpe en la mesa, porque no avanzábamos: el que tenía que comprar tenía todavía miedo de hacerlo, porque no estaba seguro de cómo y estábamos bajo hostigamiento; el que tenía que ejecutar, todavía le temblaba la mano para ejecutar; los que tenían que supervisar todavía no se involucraban para no asumir responsabilidades.
Entonces, esa curva de aprendizaje hoy la eliminaría absolutamente, desde el primer día creo que está claro qué se debe hacer, entonces la gran diferencia es la eficiencia, porque sin curva de aprendizaje, vas a poder hacer mucho más con menos.
«Los segundos gobiernos de alguien que ya gobernó son mucho mejores que los primeros, y en el resto del mundo, porque aquí no se ha dado; los terceros son todavía mejores, porque el político ya está en la trascendencia. La primera administración es como para marcar territorio, la segunda administración es consolidar, la tercera es trascender».
La otra tiene que ver con la calidad del servicio, es vital; la ciudad requiere, para la transformación, que sus servidores públicos tengan una actitud de primera, de crear sinergias, de construir armonías, es tan grande el desafío que tenemos de transformar Ecatepec, que se necesita hacerlo bien y de buenas, se tiene que hacer más política de la que, en su momento hice, porque hice mucha administración y poca política, entonces yo o quien esté en el cargo a nombre de la izquierda debe hacer más política sin descuidar la administración.
Aunque Eruviel es un líder que resulta ser, es mal gobernante, es excelente candidato, le gusta mucho la gente, porque no es polémico, no tiene un rostro adusto, es un hombre que tiene capacidades de comunicación y de percepción que le garantizan un electorado sólido, pero no es un dirigente, no es un líder que transforme y que resuelva, porque ya en su dinámica de gobierno él se dedica a administrar el conflicto, no a resolverlo.
Y así lo pudimos ver en su primera y segunda administración; en la segunda solo dirigió para ser candidato a gobernador y siendo gobernador solo se dedicó a hacerlo para cultivar una imagen que le permitiera disputar la candidatura a la presidencia, pero los grandes problemas que recibió como gobernador en el Edomex se exacerbaron, lo mismo sucedió en Ecatepec cuando fue alcalde.
¿Qué actividades o qué proyectos sociales rescataría de su administración anterior para aplicarlos, en caso de repetir como alcalde en Ecatepec?
El presupuesto participativo ahora lo llevaríamos a un concepto más amplio, yo o quien tenga que hacerlo, aún fuera de otro partido, tiene que crear condiciones para una democracia participativa, que la gente decida sobre el presupuesto de obra comunitaria, que la gente decida sobre el presupuesto para programas sociales, educativos y culturales.
La democracia participativa incluye que la gente opine sobre su plan de desarrollo urbano, sobre su plan de desarrollo económico; la democracia participativa implica que existan mecanismos de democracia directa como el plebiscito, el referéndum, el bando municipal, por ejemplo, debe someterse a plebiscito y en algunos casos de sus artículos a referéndum.
Y también debe existir la revocación del mandato, es decir, la gente debe poder opinar si un funcionario, ya sea de elección o de designación debe continuar en su puesto, yo creo que una de las cosas que esta ciudad requiere, porque además tiene el perfil para ellos, es instaurar una democracia participativa.
La segunda de las cuestiones que esta ciudad reclama y que también fueron en su momento impulsadas por mi gobierno, es fortalecer la actividad económica; para empezar hay una experiencia exitosísima de transformación del fraccionamiento industrial de Xalostoc en parque industrial, esa política significó 10 mil nuevos empleos bien pagados y permanentes.
Y tenemos todavía cinco fraccionamientos que pueden convertirse en parques; si lo hiciéramos, estaríamos hablando de 50 mil nuevos empleos bien pagados y permanentes y creo que ahora la cercanía del nuevo aeropuerto le generaría una oportunidad mayor a estas zonas de servicios industriales.
Creo que la ciudad debe prepararse para ser una de las mejores proveedoras de servicios y comercio de todo el país, porque el hecho de tener ese monstruo que es el aeropuerto le va a conceder la oportunidad de una afluencia impresionante de personas yendo y viniendo, con capacidades de consumo que deben poder desahogarse en la ciudad, no solo con franquicias, sino con negocios y emprendedurismos locales.
Creo que en el mismo sentido, el financiamiento para proyectos económicos y productivos se debe profundizar y tiene que ser en el sentido de que los jóvenes se vayan incorporando a la economía digital y a la economía verde, en dos aspectos sustanciales: la economía digital, es decir, a trabajar desde casa, en trabajos que se puedan realizar desde la red y a trabajar también desde la casa, en proyectos de la transformación energética de la ciudad.
Hay mucho dinero en la transformación de esta ciudad, en su consumo de energía, tan solo transitar de las 500 mil viviendas de Ecatepec, transitarlas de consumidoras de energía de la red de la CFE a consumidoras de energía solar, ahí hay un negocio que da para toda una generación, en el tema concreto de la energía, pero en el tema de las azoteas verdes, de todo lo que es la economía del autoconsumo y de las medidas contra el cambio climático tienes para dotar de empleo a muchísima gente, solo por mencionar algunos.
Hay que incentivar esa política de formación, lo cual significa que la ciudad debe garantizarle a todos los jóvenes que salen de secundaria… debe garantizarles siete años más de educación; es decir, bachillerato y educación universitaria, si no las quieren tomar, es otra cosa, pero que esté su lugar disponible.
Todas estas son tendencias que vamos impulsando. Y luego la buena administración de los recursos públicos te permitiría resolver el tema de la reconstrucción de la ciudad originaria, el mantenimiento de los servicios de la ciudad intermedia y del acceso universal a todos los servicios públicos de la nueva parte de la ciudad.
Si a eso le agregas algunas estrategias de infraestructura que nos permitan mayor comunicación de oriente a poniente y accesos exclusivos para líneas de servicio de alta capacidad de transporte público, podríamos tener una ciudad que tendría la dicha de poder ir y venir al Zócalo en 20 minutos, tan solo si nos pagan la línea 2 del Suburbano que nos deben, que vendría de Martín Carrera a Acolman en 15 minutos; con eso, Ecatepec podría estar nuevamente teniendo la dicha de ir y venir de Ciudad de México en 20 minutos y resolveríamos el gran problema de ineficiencia que tiene nuestra sociedad: gastamos muchas horas hombre en ir y venir y eso provoca infelicidad, infertilidad y todos los muchos de los males que tiene la sociedad.
En un ejercicio de autocrítica, ¿cuáles serían esas actividades que no repetiría?
Sí las hay, hay errores importantes, uno de ellos, obviamente ya no me dejaría influir por los factores de poder. Yo recuerdo en el 2006 que mi primer director de Seguridad, que duró solo tres meses, me lo propuso el obispo Onésimo Zepeda y, por sugerencia, recomendación de gente de mi partido y todo, para no pelear con el obispo, tuve que aceptarle la propuesta, no estuvo bien, porque de todos modos el obispo siempre estuvo en contra y la propuesta que hizo fue para seguir con el sistema de lucro y de corrupción; por eso, en tres meses lo corrimos, esa es una cosa que no volvería a hacer, escuchar a todos los sectores sí, pero no concederle privilegio o canonjía a algún sector específico.
En segundo lugar, debe impulsarse en la ciudad una transformación profunda de las representatividades y los liderazgos, actualmente tenemos dirigentes que han dirigido, hasta durante 40 años, redes y organizaciones en la ciudad, hay que ver que sus representados los ratifiquen o renueven, de tal forma que el actual sistema no se reproduzca más.
No estoy en contra de que el PRI siga existiendo, pero con un nuevo modelo de participación, de operación, de una nueva cultura democrática, no estoy en contra de que las federaciones que apoyan al PRI sigan existiendo, pero que sean democráticas, creo que eso le ayudaría mucho más a ellos que al resto de la sociedad, pero la sociedad viviría las consecuencias positivas, creo que ese es otro asunto, profundizar más la transformación sociopolítica de la ciudad y que no se hizo en aras de no patear el avispero. De todos modos los hubo, los principales opositores y provocadores de ingobernabilidad controlados por el gobierno estatal y fueron sectores que se tuvo consideración y respeto, además de que el gobierno estatal nunca quiso impulsar nuestras estrategias del reordenamiento del transporte.
Un tercer aspecto tiene que ver con ajustar las leyes para poder facilitar el gasto público, de tal forma que puedas incorporar la labor de la comunidad, por ejemplo, en la mano de obra de trabajos públicos comunitarios, ese es un aspecto que se debe ajustar, porque el espíritu de colaboración de la ciudad es mucho y, si lo aprovechas con el mismo presupuesto, puedes hacer hasta el doble, porque el ánimo de colaboración de la gente puede llegar a significar un tanto igual, en términos de dinero de lo que se asigna a la obra pública; entonces, si la gente con su mano de obra te genera un tanto igual, haces el doble, esas cosas se deben ajustar y corregir y creo que si lo hubiéramos hecho en aquel momento hubiera funcionado mejor.
Un poco de la conducta personal. Yo fui un presidente muy accesible, pero muy hosco y creo que la gente quiere que los atienda alguien de mejor semblante y de mejor actitud. El agobio me ganaba, quizá por la crudeza de la inexperiencia, pero hoy creo que con la madurez suficiente podría yo manejar esas cosas, pero igual tendría que hacerlo quienquiera que sea.
Yo no estoy ahora mismo en condiciones de decirle a la gente que me apoye, que me opine a favor, porque ni siquiera yo sé si tendré o no la oportunidad de estar en una boleta electoral, pero estoy apoyando este ejercicio de entrevista con una reflexión que es propia de mi experiencia para colaborar con quien la lea, que le sirva lo que estamos comentando.
¿Cómo es su relación con Higinio Martínez?
Es difícil, el doctor representa uno de los grupos que está convencido del gradualismo, del pacto, ellos se salieron del PRD no porque estuvieran en contra del pacto, sino porque no los incluyeron en la mesa del pacto.
Yo fui parte fundadora del grupo que encumbró a Higinio, lo hicimos presidente del partido, luego senador; lo hicimos candidato a gobernador y le pusimos en bandeja de plata la oportunidad, en el 99, de ser gobernador.
Y ahí vinieron las discrepancias, mi posición rupturista fue sostenidamente combatida por Higinio y su grupo, ellos impulsaban una política pactista y yo no podía seguir en una lógica pactista; como ya lo anticipé, mi primera ruptura por esa decisión fue hacia el año 2002 que yo estaba en el comité estatal del PRD y postulé mi intención de ser dirigente estatal del PRD. El grupo de Higinio consideró que mi política rupturista no era la adecuada y evitaron que fuera yo candidato a presidente del partido y me postularon como secretario general, en la idea de que la otra planilla se quedara con la secretaría y yo quedara eliminado, pero fue tal el empuje y la convicción de muchos que opinaban igual que yo en el sentido rupturista, que mi planilla ganó 2 por 1, entonces me quedé de secretario general y me tocó ayudar a dirigir el partido en el estado, pero ya para ese momento hubo ruptura con el grupo de Higinio.
Y mi relación personal es buena, yo lo estimo, lo quiero, es una buena persona, es un buen ser humano, pero su conservadurismo le gana; él es de un sector de la sociedad de Texcoco encumbrado, es de una buena familia; yo soy hijo de vecina literalmente, entonces nuestro origen social es distinto, quizá por eso él es conservador y pactista y yo soy un poco radical y rupturista, por eso en lo político no somos compatibles.
«Su grupo hoy dentro de Morena está empeñado en evitar que Morena me tome en cuenta como candidato y yo estoy sosteniendo que Morena debe tener como aspirantes, dirigentes y luego candidatos, a quienes mayor representatividad tengan, para que se pueda lograr un ejercicio de transformación de la sociedad como la gente espera y Morena postule».
Traemos aún esa discrepancia que empezó en el 2002, 15 años después sigue vigente y la disputamos políticamente, pero personalmente lo estimo, fueron muchos años de nuestra relación política; ambos venimos del Partido Mexicano de los Trabajadores, él era del comité de Texcoco, yo era del de Neza; luego en el PMS él era de la dirigencia en Texcoco y yo lo era de Ecatepec. Ya en el PRD llegamos juntos a la dirigencia del partido, él como presidente y yo como representante electoral.
Luego, cuando él ya no estuvo de dirigente y yo lo estuve, él tuvo otros cargos y ahí nos fuimos acompañando, hasta que en el 2002 nos quedó claro que no teníamos las mismas ideas de cómo relacionarnos con el gobierno y el poder, eso fue como un buen divorcio, en buenos términos: nos hablamos y todo, tenemos hijos comunes, una buena parte de los cuadros que ahí siguen con Higinio tuvieron un origen y una formación desarrollada por mí.
Entonces estamos bien, ni me debe ni le debo y seguimos disputando qué proyecto tiene más sentido, si el pactismo o el rupturismo.
¿Cuál sería tu estrategia para competir contra una candidata como Isis Ávila?
En Ecatepec no conocemos a Isis como política y como funcionaria. La señorita salió de Ecatepec hace seis años, se fue a Toluca, era una joven estudiante universitaria cuando eso sucedió y la única evaluación que podemos tener de ella es lo que vimos cuando era estudiante, pero eso no cuenta, como todo joven y estudiante son cosas del desarrollo y de la vida, ya en su paso por el DIF estatal tampoco vimos políticas muy trascendentes para Ecatepec, pero finalmente sabemos también que el DIF o la presidencia del DIF es un cargo honorífico.
Entonces creo que la estrategia útil, democrática y justa es que la conozca la gente, que conozca a las contrapartes, el mejor elector es el elector informado y creemos que si la gente conoce los antecedentes de la señorita o de quien sea, finalmente, la aspirante del PRI y los compara con los demás, va a encontrar mucho mejores oportunidades en los otros que en los priistas.
Para cerrar la entrevista, un ping pong de palabras…
Leímos ciertos nombres de políticos para que él los asociara a algún miembro de su familia: hijo, papá, tío incómodo, primo que le cae mal, etcétera. Aquí sus respuestas.
Eruviel Ávila: ¡Híjole, qué difícil!, podríamos asociarlo con un concuño gandalla.
Delfina Gómez: Es una tía despistada.
Alfredo Del Mazo: ¡Otro! ¿Qué podríamos decir?, viene siendo como un consuegro odioso.
Alejandro Encinas: Un bisabuelo bonachón.
Juan Zepeda: Un carnal buena onda.
José Antonio Meade: Un tío abuelo elitista, primo del abuelo allá en esa parte aristocrática, de abolengo.
AMLO: Papá cabrón.
Margarita Zavala: Prima buena onda.
Dante Delgado: Tío alivianado.
Ricardo Anaya: ¡Mta!, no, éste es el que cae gordísimo, a mí me cae regordo, vendría siendo como que un primo malagradecido, una cosa así, de esos que te caen regordo, que ni las gracias ni nada.
Osorio Chong: Un tío político ladino, es decir, esposo de una tía, pero sin relación consanguínea tampoco.
Pedro Ferriz: Un primo ocurrente.
Armando Ríos Piter: ¡Otro cabrón que cae regordo!, igual, un primo abusivo.
Octavio Martínez: Ese cabrón ni lo conozco, ¿qué podríamos ser? Es un hermanastro odioso, es entenado de alguno de mis padres.
Enrique Peña Nieto: El primo avergonzante, da pena ajena el cabrón, ni salir en la foto con él, ni acompañarlo y que nadie diga que se conocen.
Cuauhtémoc Cárdenas: Abuelo estricto, ¡por su culpa perdí la cabellera! Yo usaba el cabello largo, cuando militaba en el PRD, hasta que entré al equipo de su campaña electoral en el 94 y, en uno de los primeros viajes, me dijo que era más conveniente que trajera el cabello corto.
Y se combinó con que yo también tenía intenciones de ser candidato a diputado, entonces aunque era necesario ya para cortármelo, quien me lo terminó imponiendo fue el ingeniero Cuauhtémoc. Entonces yo no digo, me lo tuve que cortar para ser candidato y salir en la foto, sino me lo corté, porque Cárdenas me obligó, pero entonces esa me da la imagen de Cárdenas como un abuelo estricto. ■
Por: Edgardo V.L
HOY NOVEDADES/MI MÉXICO