Entre aplausos, salió el presidente de la República, Enrique Peña Nieto luego de emitir su comunicado, en el cual indicó que hará todo lo posible para que el ajuste en el precio de las gasolinas impacte lo menos posible en la economía de las familias mexicanas.
El mandatario reveló ―como no lo había hecho durante los últimos días, desde el incremento del precio en las gasolinas― que la medida fue tomada con el fin de apoyar a las familias de bajos recursos.
La noticia la recibió con júbilo la Confederación Patronal de la República Mexicana, que la acogieron con júbilo y esperanzas pues les dijeron que mejoraría la economía del país, tanto que… su presidente, Gustavo de Hoyos, no decidió firmar el acuerdo, debido a que indicó que es un acuerdo improvisado, incompleto e insuficiente.
Y es que, los puntos se centran en mantener la estabilidad de los precios de la canasta básica, modernizar el transporte público, mejorar las condiciones de crédito, así como apoyar a grupos vulnerables.
El presidente, ante estas medidas, llamó a los empresarios a que coadyuven para evitar un aumento indiscriminado de precios, pues el costo de la gasolina apenas representa una fracción en el costo de la producción, sin embargo, el mandatario, al no ser «la señora de la casa» no recordó que al ir a mercados, los comerciantes justifican el aumento en los precios de los productos con el ya clásico «fíjese que como ya subió la gasolina…»
En el Salón Adolfo López Mateos de la Residencia Oficial de Los Pinos, Peña Nieto anunció un programa de apoyo al transporte masivo, que podría extenderse a 50 ciudades de la República, haciendo una clara alusión a que, a muchos, ya no les va a alcanzar para «la gas» y tendrán que usar combis, «guajoloteros», Metrobuses, Mexibuses, Tuzobuses ―básicamente todo lo que termine en «buses», o teleféricos que poco sirven para el transporte masivo de personas.
De igual manera, dijo que su gobierno seguirá fomentando la inversión y la creación de empleos, pues ya que cierta empresa automotriz se «echó hacia atrás» y evitó que se abrieran plazas para gente en San Luis Potosí.
El presidente mencionó que, además del recorte de 190 mil millones de pesos, el Gobierno implementará otras medidas para hacer efectivo el gasto social, como evitar «bonos secretos» a fin de año o darse aumentos dentro de las instancias gubernamentales, «que les hace tanta falta a los funcionarios».