El Gobierno de Israel y el grupo chií Hezbollah están a punto de cerrar un acuerdo de alto el fuego que busca poner fin a años de enfrentamientos en el sur de Líbano. La propuesta incluye un proceso inicial de desarme y supervisión internacional, pero aún persisten discrepancias sobre el derecho de Israel a retomar ataques en caso de incumplimientos.
Un desarme en 60 días
El acuerdo estipula un desarme progresivo en el sur de Líbano, a completarse en un plazo de 60 días. Durante este tiempo, las tropas israelíes se retirarán de la región, mientras que Hezbollah se replegará al norte del río Litani. Este movimiento busca cumplir con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige la retirada de fuerzas armadas de la Línea Azul establecida tras la guerra de 2006.
En su lugar, el Ejército de Líbano tomará el control del área con el apoyo de la misión de paz de la ONU (FINUL) y la supervisión de tropas estadounidenses y francesas. El despliegue será coordinado por el Comando Central de Estados Unidos (Centcom), garantizando que ambas partes cumplan con lo estipulado.
Supervisión internacional
El acuerdo contempla la creación de un organismo internacional liderado por Estados Unidos, en el que también participarán Reino Unido, Alemania, Francia y un quinto país árabe. Esta entidad será responsable de supervisar el cumplimiento del alto el fuego y resolver posibles disputas.
Francia, cuya participación fue inicialmente rechazada por Israel debido a tensiones políticas, logró su inclusión gracias a la mediación estadounidense. Por su parte, Líbano aceptó la presencia de Reino Unido tras intensas negociaciones.
Israel exige derecho a futuros ataques
Uno de los puntos más controvertidos es el derecho de Israel a retomar los ataques en tres escenarios: si Hezbollah se rearma, planea un ataque o regresa al sur de Líbano. Líbano y Hezbollah consideran que esta condición viola la soberanía del país. El líder de Hezbollah, Naim Qasem, afirmó que el grupo solo aceptará un alto el fuego completo y definitivo.
Negociaciones futuras sobre la frontera
Una vez finalizado el desarme, las partes negociarán la demarcación de la frontera terrestre. Actualmente, la región está delimitada por la Línea Azul, pero no ha sido reconocida oficialmente por ambos países. Israel descarta establecer una zona de amortiguación o liberar a los prisioneros de Hezbollah capturados durante el conflicto.
El mediador estadounidense, Amos Hochstein, desempeña un papel clave en las negociaciones, trabajando para lograr un consenso que permita estabilizar la región y evitar un retorno a las hostilidades.
Con información de medios.
KJCS