¡Por fin, llegó! Javidú ya pisó territorio mexicano junto con un protocolo de «seguridad», pero que más bien parecía un montaje de algún rock star o del mismísimo Papa. Así fue como Duarte de Ochoa llegó a México la mañana de este lunes en un avión privado de la Procuraduría General de la República para enfrentar los cargos del fuero común que el gobierno de Veracruz le imputa, pero, sobre todo, del fuero federal por los que las autoridades mexicanas solicitaron su extradición de Guatemala, acción que los mandos de nuestro país agradecieron inmensamente.
Pero ¿en qué momento llegó? ¿En el mejor o peor de los panoramas? Esta pregunta la hago debido a los distintos sucesos que se han presentado últimamente, visto que, en cuanto se realizó la extradición, automáticamente «tumbó» el top de las noticias: el socavón que ocurrió hace casi una semana en la tan «aplaudida» Vía Paso Exprés de Cuernavaca y que sigue causando estragos; precisamente el día de ayer, desalojaron a 10 familias, habitantes del área cercana al incidente, como medida «preventiva», porque el lugar continúa con problemas y se han presentado lloviznas las cuales podrían provocar un reblandecimiento.
Pero lo anterior no bastará, otra noticia que acompaña a Javi es lo nuevo sobre el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, quien, de igual manera, se presentará a su audiencia de extradición en la que se examinarán las solicitudes presentadas por Estados Unidos (EU) y México, en la ciudad de Florencia, Italia; acusado por asociación criminal y por facilitar el narcotráfico durante su administración en Tamaulipas entre 1999 y 2004, sin embargo, dicha reunión fue pospuesta debido a que presentaron pruebas para evitar que sea extraditado.
Hay más casos que podrían relucir, sin embargo, con estos tres es más que suficiente para contextualizar cómo se encuentra nuestro país hoy en día. Los cuales ponen en «jaque» a las instituciones, como en el caso de la Procuraduría General de la República, la cual tendrá una prueba de fuego durante el proceso penal que presentará con el exgobernador de Veracruz. Es momento para presentar su capacidad técnica, de su idoneidad para conducir dicho proceso, porque, de no ser así, habría una decepción mucho más colosal de la que ahora subsiste entre la sociedad mexicana.
Solo esperemos que no le den «chance» y encuentren la manera de limpiarlo de culpas, puesto que cada que se presenta ante los jueces o frente a las cámaras se ve muy seguro, defendiendo su postura y afirmando que es «inocente» de sus múltiples delitos.
Por Blanca Cortés
HOY NOVEDADES/EN BOGA