JAVIER DUARTE, LA HISTORIA DE CÓMO SER AMIGO DEL PRESIDENTE, TIENE CIERTOS BENEFICIOS Foto: ElFinanciero

El PRI ya debe estar curado de espanto, luego de que un puñado de gobernadores se diera el lujo de saquear las arcas de los estados que los hicieron figurar en el panorama político y posteriormente darse a la fuga, o simplemente, esconderse en la guarida de su confianza y no salir para no enfrentar cargos, esto, sin siquiera pagar el costo de la amnesia política, ya que muchos de ellos, simplemente decidieron seguir exhibiéndose ante medios de comunicación y, de manera aún más cínica, continuar hablando de política, señalando, apuntando y recriminando decisiones que ya no les competen.

En el contexto de la visita de Enrique Peña Nieto a Guatemala, como parte de la agenda bilateral en la cual, hablaron entre otras cosas de temas de migración, todos esperábamos que uno de los temas centrales también fuera la extradición de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, quien fuera sometido a investigación luego de que Miguel Ángel Yunes lo señalara de «enriquecimiento inexplicable», siendo este el único cargo que enfrenta, dejando a un lado los cientos de muertos que cayeron durante su gobierno, así como el pacto y financiamiento a organizaciones criminales (esto nadie lo ha registrado, pero no es muy aventurado pensarlo).

Aunque Carlos Raúl Morales, canciller guatemalteco señaló desde un inicio que el «Caso Duarte» no sería el tema central de esta visita de estado, es obvio que ambos presidentes lo platicaron muy en lo oscurito, ¿o de plano Peña ya habrá cortado totalmente los nexos con «JaviDu»?

Recordemos que aunque en una ceremonia de graduación de cadetes de la Escuela Naval Militar en Veracruz en 2016, tanto Duarte como Peña ya habían marcado su distancia, apareciendo distanciados durante el evento público, no como en la campaña presidencial de Peña, en donde aparecen abrazados y riendo. Ese vínculo aparece aun implícito, ya que resulta extraño el hecho de que el gobierno mexicano busque más la extradición de Borge que la de Duarte, siendo que legalmente, quedan solo 14 días como plazo para solicitar su extradición formal.

Otros gobernadores que han optado por la fuga, no han sido una dificultad para el presidente en turno, ya que al parecer no eran tan amigos del presidente. De los más sonados últimamente encontramos lo casos de Tomás Yarrington y Mario Villanueva.

Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, fue detenido en Florencia, Italia, luego de que el gobierno mexicano, que desde 2012 tuviera indicios de que había operado con recursos de procedencia ilícita, en un intento por demostrar que ejercen la justicia contra quien resulte responsable, sin importar que sea miembro del partido en turno, solicitara el apoyo de agencias de seguridad internacionales para capturarlo, ya que existían en su contra órdenes de aprehensión por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, entre otros delitos.

Ante esto, Yarrington fue detenido y en un acuerdo mutuo entre Estados Unidos y Mexico, será el país vecino del norte quien solicitará su extradición. Sí, así de fácil se resolvió su caso.

En cuanto a Mario Villanueva, fue gobernador de Quintana Roo de 1993 a 1999, por lo que encabeza la lista de gobernadores perseguidos y encarcelados, en este caso por nexos con el narcotráfico y lavado de dinero, ya que se le relacionaba de manera directa con la célula del sureste del Cártel de Juárez.

Villanueva fue detenido en 2001 en Cancún, sin embargo, fue liberado en 2007. Ante esto, las autoridades estadounidenses de inmediato solicitaron fuera reaprehendido y solicitaron su extradición. En junio del 2008 se emitió una nueva sentencia, siendo esta de 36 años con 9 meses, los primeros dos años fueron «pagados» en México y posteriormente fue extraditado. En diciembre de 2016, fue liberado de la cárcel de Lexington, Estados Unidos y ahora, cumple condena en México.

Ahora, solo nos queda esperar que los nuevos candidatos a gobernadores y virtuales ganadores de las elecciones de este año, acaten las reglas del bien actuar y no dejen en mal a Peña Nieto, como cuando señaló que Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge, eran «todos parte de una generación, que ha sido parte de este proceso de renovación del partido».

Por César J.G.

 HOY NOVEDADES/EN BOGA