El tercer encuentro entre los candidatos a la jefatura de Gobierno fue, más que un debate, una audición con tintes de show cómico mágico musical. La RAE define la palabra debate como «controversia», «discusión», «contienda», «lucha», «combate». Partiendo de esta base sí hubo debate, no obstante lo que las capitalinos esperaban era la contraposición de propuestas y argumentos, no el intercambio de «jitomatazos» que presenciaron las instalaciones de Canal 11.
La audición que terminó en lanzamiento de jitomates - FOTO: Hoy Novedades

El tercer encuentro entre los candidatos a la jefatura de Gobierno fue, más que un debate, una audición con tintes de show cómico mágico musical. La RAE define la palabra debate como «controversia», «discusión», «contienda», «lucha», «combate». Partiendo de esta base sí hubo debate, no obstante lo que las capitalinos esperaban era la contraposición de propuestas y argumentos, no el intercambio de «jitomatazos» que presenciaron las instalaciones de Canal 11.

El inicio del show

El arribo de los siete controversistas fue síntoma inequívoco de que la velada sería inolvidable. Primero llegó la cumpleañera Lorena Osornio, la candidata independiente quien se presentó  sonriente y relajada. Ahora, cambió la bolsa de mandado por el documento que da fe de su renuncia al financiamiento público de campaña que entrega el INE, el cual donó para la reconstrucción de escuelas afectadas por el 19s.

Lorena Osornio - FOTO: Hoy Novedades
Lorena Osornio – FOTO: Hoy Novedades

La segunda discutidora fue la aspirante de Por la CDMX al frente. Con sonrisa larga y un tanto más natural que la acostumbrada, Alejandra Barrales entendía que esta sería su última oportunidad para atraer votos en grandes cantidades,pues al parecer su táctica de adoptar una apariencia similar a la de la puntera no le ha sido redituable, pero el asunto no es la portada sino el contenido.

Alejandra Barrales - FOTO: Hoy Novedades
Alejandra Barrales – FOTO: Hoy Novedades

La siguiente contendiente fue Claudia Sheinbaum, quien fue víctima de una equivocación cuando un camarógrafo le dijo Alejandra (esto podría ser culpa de la perredista por copiarle el look). Aunque la candidata de Juntos haremos historia volvió a dar muestra de su serenidad y se tomó la confusión con humor.

Claudia Sheinbaum - FOTO: Hoy Novedades
Claudia Sheinbaum – FOTO: Hoy Novedades

A la mitad del casting llegó Super Barrio Gómez, el alter ego de Marco Rascón, quien sorprendió a los presentes por su peculiar imagen, con la que abrió más la impresión de estar frente a un show televisivo que ante un debate de plataformas políticas. En su discurso inicial el luchador enmascarado fue crítico con Trump y pidió votar por Marichuy en las presidenciales.

Súper Barrio, alter ego de Marco Rascón - FOTO: Hoy Novedades
Súper Barrio, alter ego de Marco Rascón – FOTO: Hoy Novedades

Después apareció Purificación Carpinteyro, del Panal, con toda la actitud pero para protagonizar un drama telenovelezco. La combatiente inició quejándose del INE y de los medios de comunicación por no darle la difusión que se merece una primera actriz de su talla… perdón, una candidata a la silla chilanga. Entre su indignación y el personaje que representa terminó por ningunear a la prensa del lugar, con quienes ya no supo ni cómo disculparse y terminó enredándose más.

Purificación Carpinteyro - FOTO: Hoy Novedades
Purificación Carpinteyro – FOTO: Hoy Novedades

En seguida apareció Mariana Boy. La aspirante del verde, quien desde el segundo debate mostró dominio de la situación, enseñó que forjó un temple de acero que la mantiene enfocada. Con sonrisa delatora de una persona que disfrutaba el momento y parecía entender la finalidad real del encuentro.

Mariana Boy - FOTO: Hoy Novedades
Mariana Boy – FOTO: Hoy Novedades

El último en llegar fue Mikel Arriola, quien se disculpó por la demora y caminó por la pasarela como niño regañado, no sin antes externar que el encuentro sería crucial; también señaló que puede ganar, de lo que se olvidó es que no es lo mismo posibilidad que probabilidad.

Mikel Arriola - FOTO: Hoy Novedades
Mikel Arriola – FOTO: Hoy Novedades

La puesta en escena

Una cumpleañera, una imitadora, una científica,  un enmascarado, un intento de Catalina Creel, una niña de familia bien y un priista con apariencia permanente de niño regañado no pueden más que ser parte del elenco de una telenovela. Si bien Canal 11 no se caracteriza por estas producciones, ahora se aventuró y realizó casting la noche de ayer.

La festejada lució nerviosa como siempre y pese a su búsqueda de dominar el escenario los tartamudeos no le permitieron llevarse la noche ni el papel. Su discurso ciudadano antipartidista pareció no ser suficiente para convencer a los productores.

La imitadora siguió fiel a la descalificación y aunque mostró aptitudes y dominio de las cámaras, la desventaja previa la condena a un papel secundario en otra producción. Lució valiente y refirió que si se le demuestra que ganó personajes a la mala, abandonaba el actual casting. Atrajo porque tiene talento, pero hay algo que no convence.

La científica se mantuvo ecuánime y reflejó una sutil arrogancia que le da la preferencia del público. Sin embargo, en esta ocasión se enganchó un tanto con las distracciones de los demás participantes y también dejó ver su lado amateur.

El enmascarado apeló a su esencia actoral y se deshizo de la máscara. Se presentó y prometió ceñirse y trabajar apegado al libreto que entrará en vigor en septiembre. No demostró mucho dominio de los tiempos ni de las cámaras.

Quien hizo gala de histrionismo fue la Catalina Creel del siglo XXI. Sus caras, ademanes y poses fueron perfectos, se adueñó de las cámaras, quienes la seguían de una forma inversamente proporcional a la aprobación de los productores. Eso sí, dejó de manifiesto que es una perfecta antagonista, seguro si no se queda con este papel pronto encuentra otro.

La muchacha fresa del grupo fue de las mejores del casting. Se dedicó a proponer en vez de demeritar a los demás, por ahí aventó un jitomate pero nada comparable con las decenas que volaron los otros; su compostura dejó ver que tiene buenos modales hasta para portarse mal.

El contendiente tricolor entró en la inercia cangrejo y se dedicó mayoritariamente a descalificar en lugar de expresar con argumentos de qué está hecho. Si a esto le agregamos que representa a un formador de actores con historial turbio, pues el resultado no es prometedor.

Los siete asistentes al casting - FOTO: Hoy Novedades
Los siete asistentes al casting – FOTO: Hoy Novedades

El ganador es…

En el recuento de los daños los siete asistentes se dedicaron más a ensuciarse entre sí que a presentar las credenciales que les permitan hacerse de la vacante disponible. Ahora le toca a los capitalinos olvidarse de los «jitomatazos» (con los cuales ya se divirtieron) y pensar seriamente quién de los candidatos protagonizará por los próximos seis años el papel más importante en la Ciudad de México.

Por: Gustavo Andrade Cano

HOY NOVEDADES/CDMX