Arabia Saudita, Israel, Cisjordania, Ciudad del Vaticano, fueron las escalas que hizo el presidente estadounidense Donald Trump para llegar a un acuerdo de «paz» entre las principales religiones en el mundo y así, buscar la manera de acabar con los grupos extremistas (léase Estado Islámico).
Durante esta semana, el mandatario visitó a los representantes de estos países, al tiempo que visitaba el Muro de los Lamentos, lugar más sagrado del judaísmo, así como su visita a Arabia, en la que dijo ser un mensajero de «amistad, esperanza y amor».
Este mensaje durante su gira espiritualista cambia radicalmente, en el cual estaba en contra de todos los musulmanes, e incluso realizó durante sus primeros días de mandato una orden ejecutiva en la que le impedía el paso a todo aquel que pisara suelo norteamericano.
Trump culminó su visita en Roma, en donde el Papa Francisco recibió en una reunión de media hora al mandatario norteamericano que «cambió de parecer» sobre sus ideas durante su campaña.
Durante su reunión, el Papa le regaló una medalla con un árbol de olivo quebrado y le explicó a Donald que simboliza « la división de la guerra… se lo doy con buenos deseos para que usted pueda ser un instrumento de paz» a lo que Trump respondió «tenemos necesidad de paz».
Los ataques registrados por ISIS durante los últimos seis meses han dejado una gran cantidad de víctimas mortales causadas por una ideología extremista, la cual ha sido reprobada por la mayoría de los países de occidente, por lo que Trump buscó tener el visto bueno de atacar a la organización ubicada en Irán y Siria, y parece que lo consiguió.
HOY NOVEDADES / LO DE HOY