ENTRE LA INCERTIDUMBRE Y LA INDECISIÓN, SE VA LA INDEPENDENCIA.
ENTRE LA INCERTIDUMBRE Y LA INDECISIÓN, SE VA LA INDEPENDENCIA.

¿Recuerdan esa sensación de incertidumbre al momento de elegir un nuevo Papa, y no saber si será humo blanco o negro el que saldrá de la chimenea? Bueno, pues así se quedaron los catalanes, ya que, cual feligreses, ante una falsa alarma de un humo claro, su alegría pronto se tornó en decepción al descubrir que lo que salió del parlamento regional fue un humo oscuro y amargo, pues el líder de Cataluña, Carles Puigdemont, salió con que no, siempre no habemus independencia.

Y es que ayer martes, Puigdemont asumió ante el parlamento el mandato del referéndum para que Cataluña sea una república independiente, aunque eso sí, llamó al congreso a suspender los efectos de la independencia para propiciar un diálogo con España. O sea, sí, los catalanes sí son independientes, pero la verdad es que no, no lo son…pero sí lo son, bueno, casi.

Respecto a esto, el gobierno español de Mariano Rajoy lo consideró como una burla, pues comentó que «no es admisible hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita».

Pero más importante aún, es que los catalanes prácticamente ya han tomado como un traidor a Puigdemont, pues aunque este último dijo que la decisión que tomó es para «desescalar la tensión con el Estado», consideran que dicha elección deja de lado, entonces, todo lo «conseguido hasta el momento», lo cual incluye tirar por la borda el referéndum del pasado primero de octubre en el que participó el 40% de la población con derecho a voto, y de esa cantidad, el 90% votó por el sí. Es decir, entre la minoría, ganó la mayoría.

Lo cierto es que esta incertidumbre no viene a favorecer a nadie, pues no se trata de un coqueteo entre el «te quiero pero no te quiero», un coqueteo en el que, por cierto, pareciera que Cataluña sería el gran perdedor. ¿Por qué? Bueno, pues porque no sólo ya varias empresas se han trasladado a otras ciudades del país, tal como «Grupo Planeta», quien simple y sencillamente dijo «mañana nos vamos».

Y por supuesto, tampoco es para reprochárselos, pues los empresarios siempre van a estar del lado de la estabilidad económica, y es que si Cataluña se independiza –al ser ahora prácticamente un nuevo país- tendría que empezar prácticamente desde cero. Esto significa que los catalanes tendrían grandes retos, tales como formar su propio ejército, ser expulsados de la Unión Europea y hasta su crear su nueva y propia moneda.

Y bueno, ¿han visto ese capítulo de «Los Simpson» en el que Homero compra 10 mil dólares de «dinero de Tom y Daly», sólo para que al entrar a «La tierra de Tom y Daly» lo primero que ve es un letrero que reza «No aceptamos dinero de Tom y Daly»?, bueno, pues lo más seguro es que algo así pasaría; sólo que con los catalanes.

Lo que es cierto, es que esta independencia le ha costado sangre, lágrimas y dolor al pueblo catalán, algo de lo que bien sabe un país como lo fue el México subyugado ante España (por si no había suficiente ironía ya en el asunto). Así, no queda más que esperar que se tomen las decisiones correctas, pues en caso de llegar la independencia, ésta no será más que el primer paso para un nuevo comienzo; un comienzo que, como todos, sería duro y lleno de dudas e incertidumbres.

Israel Yerena

HOY NOVEDADES/EN BOGA