La televisión sigue siendo el medio de comunicación con mayor alcance, pues los canales abiertos del monopolio, conformado por Televisa y Tv Azteca, logran transmitir en gran parte de México sus contenidos propios.
No es necesario decir que hoy en día ha cambiado el ritual de ver la «televisión», pues es algo que estamos viviendo, ya que está el boom de las nuevas plataformas digitales, con las que uno puede decidir cuándo, dónde y a qué hora nos sentamos a ver una serie, película o telenovela.
Pero, ¿realmente eso será ver televisión? Puesto que las maneras de transmitir algún contenido de ambos son distintas y el aparato que emite el contenido también es variado, pues va desde una televisión, tablet, teléfono hasta una consola de videojuegos.
Lo que de plano no cambia, lamentablemente, es el contenido tan «pobre» que siguen realizando y con los cuales continúan reforzando imaginarios sociales que se encuentran inmersos en la cultura de la sociedad mexicana. Las telenovelas siguen con su eterno discurso de la mujer «humilde» salvada por un hombre con dinero o las situaciones donde los personajes «buenos» son tontos y los «malos » son hábiles e inteligentes.
Este tipo de situaciones refuerzan la realidad en la que nos vemos, pues otro claro ejemplo es la «Narcocultura», la cual ha sido producida en formato de telenovelas y series, y que han hecho que las nuevas generaciones se interesen/proyecten con el fin de querer ser como los protagonistas (narcos).
No quiero satanizar dichas producciones, simplemente hay que analizar las dos caras de la moneda. Primera, me parece pertinente que sean presentados esos temas, puesto que es la situación en la que actualmente nos vemos inmersos, no obstante, en la segunda parte, olvidan definir la forma en como lo presentarán para que el discurso no se llegue a tergiversar.
Por lo anterior, se puede afirmar que a lo largo del tiempo, el imaginario social ha ido de la mano con la televisión, pues se ha ganado un lugar privilegiado en la memoria de las personas, ya que entrega la cómoda sensación de encontrarse en un lugar sin estarlo.
Además, la televisión aún implica una presencia física mayor, incluso que la radio, por lo que sus producciones llegan de una manera más directa a las personas, además acerca una serie de elementos que aumenta la cercanía del producto televisivo con el público.
¿Los factores de las telenovelas nacionales hacen referencia a la realidad o viceversa?
¿Tú qué dices?
Por: Blanca Cortés
HOY NOVEDADES/LIBRE OPINIÓN