La muestra se encuentra en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo; la entrada es gratuita y concluye el primero de julio.
Esta exposición cuenta con algunas piezas que pertenecen al acervo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Silvia Seligson es la curadora de esta exhibición.
Conocer otras culturas enriquece y amplía pero también contrasta y cuestiona los propios horizontes, esos que se construyen a diario desde nuestros hábitos, costumbres y pensamientos. Ahora existe la posibilidad de adentrarse en una de las múltiples aristas de la cultura asiática, esto gracias a que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trae la exposición Budismo en Asia: arte y devoción, la cual se abrió ayer.
Sobre esta exhibición Diego Prieto, director del INAH, señaló que el budismo enriquece la diversidad mundial y permite hacerle frente a la crisis de civilización que tenemos actualmente y experimentamos todos los días. Para el funcionario esta disciplina espiritual brinda la oportunidad de combatir «las amenazas en el ámbito de lo ambiental, de la violencia, de la migración y de la enorme desigualdad entre el centro industrializado, al que también se le llama occidente o mundo capitalista, y la periferia en la que prevalece la miseria y la exclusión».
El budismo no es una religión sino una disciplina espiritual
Esta exposición se conforma por alrededor de 50 piezas de todo tipo, entre las que se encuentran instrumentos musicales, lienzos, esculturas, lámparas y hasta un altar. Una de las principales atracciones de Budismo en Asia: arte y devoción es un conjunto de objetos que fueron obsequiados por algunos países asiáticos que participaron en los Juegos Olímpicos de 1968 que se realizaron en nuestro país, los cuales no habían sido exhibidos en público desde ese entonces.
Prieto habló sobre el propósito noble y desinteresado de esta disciplina: «La finalidad del budismo es extinguir el sufrimiento que surge al no entender las causas del dolor y sus consecuencias. El budismo ayuda a sus seguidores a construir la paz interior e ir al encuentro fraternal con los demás, procurando compartir sus ideas sin tratar de imponerlas, ni convertir a nadie, ni someter, sin proclamar un pensamiento único y excluyente».
La muestra se divide en tres ejes: aportaciones más destacadas del budismo a occidente, las tres principales corrientes de esta disciplina y su difusión en el continente asiático. Cabe mencionar que hay un espacio destinado a la meditación y varios lugares didácticos, de tal forma los visitantes podrán tener un mayor contacto con «una manera de pensar y de ser» que tiene su origen en Asia.
HOY NOVEDADES/MI CULTURA
