En el marco de la Conmemoración del Centenario de la Promulgación de la Constitución de 1917, en el Teatro de la República, Enrique Peña Nieto llamó a los mexicanos a unirse y a actuar de acuerdo con los valores constitucionales, pero y las reformas que se han promovido a lo largo del tiempo, ¿siguen estos valores?

En el marco de la Conmemoración del Centenario de la Promulgación de la Constitución de 1917, en el Teatro de la República, Enrique Peña Nieto llamó a los mexicanos a unirse y a actuar de acuerdo con los valores constitucionales, pero y las reformas que se han promovido a lo largo del tiempo, ¿siguen estos valores?

En 1917, cuando México resentía aún las consecuencias de la dictadura, se promulgó la no reelección; sin embargo, una de las reformas políticas a esta Carta Magna, instituye la reelección de senadores, diputados federales y locales, y de alcaldes.

En un México en el que impera la desigualdad y cuyas normas se basan en la búsqueda de la justicia, se decretó una reforma financiera en la que se beneficia a los bancos del país, asegurando que los deudores, pueden ser sancionados con cárcel si no cubren sus pagos mínimos. A simple vista parece una reforma positiva, pero un país de salarios mínimos, donde la canasta básica ha alcanzado el mayor incremento en años, y donde no hay impulso a la inversión mexicana, sólo extranjera, esta medida es muy poco justa.

Luego se aprobó una reforma hacendaria, y no, no tiene nada que ver con dar las tierras de los hacendados a quienes las trabajan, por el contrario, consiste en establecer un nuevo esquema de impuestos, en el que se homologó el 11 por ciento al 16 por ciento del IVA. Desaparecer el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE); a cambio, se aplicó el gravamen al alimento para mascotas, chicles y transporte foráneos. Sí, en México se volvió un lujo cuidar a una mascota.

En cuanto a la reforma energética, sobra mencionar que ahora las empresas privadas son las que tienen a los hidrocarburos en sus manos, provocando el enriquecimiento de una élite, a costa de la población que ha padecido la inflación provocada por el incremento del gasolinazo.

Y falta mencionar la reforma educativa, que no tiene nada de pedagógica y se apega más a una normatividad laboral que deja desprotegidos a los profesores, que si bien, tampoco son un pan de dios, ahora deben ser evaluados por pruebas azarosas, con el fin de que mantengan sus trabajos que ya no son seguros. Dejando de lado que la docencia es una de las labores más complejas.

Sin duda, aún hay mucho por reflexionar en este tema y queda abierta la pregunta, ahora que Peña Nieto nos llama a actuar bajo los valores constitucionales, ¿ellos también lo hacen con las modificaciones a las reformas?

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