‹Lo que queda de nosotros›, obra que concientiza sobre la muerte de un ser querido y el amor a las mascotas
‹Lo que queda de nosotros›, obra que concientiza sobre la muerte de un ser querido y el amor a las mascotas. Foto: Agencia Medios y Media

La puesta en escena se presentará únicamente los domingos de julio, a las 13:00 horas, en el Foro Shakespeare

Lo que queda de nosotros aborda dos temas: el dolor por la muerte de un ser querido, así como el abandono de mascotas.

La pérdida de un ser querido es una de las cosas más difíciles por las que toda persona puede pasar, pues sin importar si se trata de un hermano, un padre, una madre, un amigo o hasta una mascota, el sentimiento que se genera a raíz de su muerte es uno de los más grandes vacíos que experimenta el ser humano y, por ende, uno de los más difíciles de afrontar. Por ello, la obra Lo que queda de nosotros, del director Alejandro Ricaño y con las actuaciones de Sara Pinet y Raúl Villegas, ayuda a concientizar sobre este tipo de temas tanto a niños como a adultos.

«Lo que queda de nosotros es una obra que trata sobre Nata, una niña que pierde a sus padres y decide que no quiere volver a establecer ningún vínculo emocional con nadie, ni siquiera con su perro Toto, a quien abandona para no encariñarse con él. Ahora, Nata deberá afrontar un camino lleno de duelo y entendimiento; mientras que Toto emprende un viaje de regreso a su hogar, sin comprender qué es lo que ha pasado», cuenta Pinet, quien da vida a la niña huérfana.

De esta forma, la obra aborda dos temas diferentes, pero ligados uno con otro: por un lado está el tema de la muerte, enfocándose en la figura de la niña que ha perdido sus esperanzas y sus ganas de vivir; mientras que también toca el problema del abandono de mascotas y de la importancia que éstas tienen para ayudar a sus dueños a superar ciertos problemas emocionales. Es por ello que, para Sara, la obra es un proyecto que toca ambos tópicos desde un punto de vista diferente, pues tratan de acercar al público a estos eventos de la vida de una forma diferente a las ya vistas:

«Esta obra trata el tema de la muerte y la pérdida sin recurrir a los tabús, tratando de hacer que la muerte deje de ser algo trágico y tenebroso, y en vez de ello manejarlo como algo cercano a nosotros, no como una tragedia, sino como una parte de la vida. Además, todo lo hacemos desde el punto de vista cómico pero también entrañable».

Respecto a esto, Raúl recalca el hecho del humor ―a veces infantil y a veces negro― del que hacen uso para contar la historia, comentando que este es el elemento que «la hace diferente a otras presentaciones, pues como el título de la misma lo dice, no habla solo de la pérdida, sino de lo que queda de nosotros cuando un ser querido se va, es una obra optimista, pero muy divertida y catártica», comenta el actor, quien da vida a Toto, el perro abandonado.

Además, ambos personajes expresan que el hecho de que un perro sea uno de los protagonistas tiene mucho significado, pues Raúl asegura que «es un ser muy inocente que no comprende el funcionamiento de los humanos, por lo que no se centra en la muerte del padre de Nata, sino en cómo esto cambia la personalidad de la niña»; mientras que Sara opina que «lo que un animal siente es totalmente puro aunque no comprenda lo que está pasando, son seres faltos de maldad, lo que les permite una mayor percepción frente a lo que pasa a su alrededor o, mejor dicho, respecto a los sentimientos de sus dueños».

Esta sensibilidad es el motivo por el que los actores comentan que esta puesta en escena tiene un enfoque totalmente familiar, pues todos hemos pasado por pérdidas difíciles, encontrando en amigos, familiares o hasta en las mascotas el salvavidas que muchos necesitan para no hundirse en la tristeza y la melancolía.

«Es por ello que siempre hemos tenido una recepción muy cálida del público, pues tanto niños como adultos se nos acercan para agradecer la forma en que tratamos este tema que a veces es tan difícil de hablar en familia», menciona Pinet. Por otro lado, Villegas cuenta que «ha habido funciones en las que las risas no paran, pero otras en las que escuchas al público llorar durante toda la obra al encontrar una historia muy conmovedora, tan es así, que al final de la función hay gente que se acerca y nos dice que solo quiere llegar a casa a abrazar a su perro, y otra que termina por adoptar a uno».

Raúl menciona que durante todo el tiempo que lleva presentándose la obra, han trabajado de la mano con el albergue San Cristóbal, por lo que todos aquellos que deseen presentarse a la función, pueden obtener dos boletos al precio de uno, al donar alimento para perros en la taquilla.

Lo que queda de nosotros se estará presentando únicamente los domingos de julio a las 13:00 horas, en el Foro Shakespeare, por lo cual, sus protagonistas hacen una invitación al público para que asistan a verla y disfruten de un buen rato en familia.

Por: Israel Yerena

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