La foto que muestra a Ricardo Monreal, Miguel Ángel Osorio Chong y Manuel Velasco adornados por una sonrisa de oreja a oreja puede significar el inicio del fin de la llamada cuarta transformación que tanto pregona Andrés Manuel López Obrador. Esa imagen podría representar la continuidad de ola de corrupción y amiguismo que caracteriza al sistema político mexicano que el tabasqueño y su equipo tanto criticaban y juraban eliminar.
El gobernador que se puso el traje de senador por un tiempo, solo para regresar a Chiapas y terminar su mandato. Pero para esto el militante del PVEM tuvo que modificar (eufemismo) la Constitución política de ese estado para poder hacer este cambio de vestuario, fueron cuatro los artículos que se manipularon. El congreso chiapaneco alteró el apartado III del artículo 56 local, el cual establecía que el gobernador solo podía renunciar a su cargo «por causa grave»; pero después de la modificación se permite una «renuncia expresa», es decir, que basta con que el Congreso la apruebe.
Además, el artículo 52 exigía como requisito que el gobernador sustituto no debería haber ocupado ese cargo anteriormente, pero al cambiarlo se acepta la siguiente excepción: «cuando se trate del mismo periodo por el cual se ejerció el cargo». En pocas palabras Velasco redactó una parte de la Constitución a su modo con el Congreso como cómplice.
La primera votación en el Senado le negó a Velasco regresar a la gubernatura de Chiapas y él solo apuntó a decir que aceptaba la decisión, sabedor de que la política es la búsqueda de acuerdos y que aún le quedaban horas al día. Y tan solo pasaron 120 minutos para que, como por arte de magia, se volviera a votar para que el güero tuviera vía libre para comprar su avión de regreso al sureste mexicano. «Si tengo dos cargos de elección, ¿por qué no voy a tener dos votaciones en el Senado?», se pregunta un Velasco feliz caricaturizado bajo la leyenda «Nuevos tiempos».
Tan amistoso gesto debería ser correspondido, por lo que cinco diputados federales del PVEM «saltaron» a la bancada de Morena. Con esto el partido fundado por el presidente electo tendrá mayoría absoluta en el Senado. Monreal y Mario Delgado lo niegan, como quien niega que el triunfo de AMLO en las urnas el pasado 1 de julio.
En el primer acto oficial del «Lopezobradorismo» en el Senado se pasó de la ilusión a la decepción en tan solo dos horas. El primer día de Morena como líder en San Lázaro muchos ciudadanos perdieron un poco de fe en aquellos que dijeron confrontarían las malas e históricas prácticas de los políticos. Ahora el esposo de Anahí (como lo conoce mucha gente) regresa a Chiapas a cumplir los tres meses que seguramente serán de arduo trabajo (sarcasmo) por el bien de los sureños de esa entidad. Mientras que Morena pudo haber cambiado por cinco diputaciones un poco o mucho de la confianza que se depositó en ellos.
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