Desde que se conformó el Frente Ciudadano por México –panistas, perredistas y los de MC– se habló de que el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se unían como un último recurso en busca de llegar a Los Pinos; aunque la verdad lo único que están construyendo es su ataúd. El propósito es unir fuerzas pero la realidad dista mucho de eso, porque lo que sumarán son esfuerzos menguados.
La razón es la siguiente: los que realmente sienten los principios e ideales perredistas y panistas no están de acuerdo con esta desesperada alianza. Los fervientes seguidores del sol azteca prevén la muerte de un partido que lleva moribundo –gracias a las divisiones internas– varios años. Mientras que los más puristas del blanquiazul irremediablemente «chocan» con un maridaje más incompatible que unos tacos de suadero con vino tinto.
Ahora con la salida de Margarita Zavala de su amado PAN, el apoyo blanquiazul que se sume al Frente Ciudadano por México será aún más enclenque. Porque el esposo de la susodicha es hijo de uno de los fundadores del partido e invariablemente habrá ciertos simpatizantes que la sigan en su candidatura independiente.
Cabe mencionar que la ex primera dama externó desde hace dos años, y lo reiteró en su mensaje de despedida, que su intención era ser la «mera mera» en busca de la silla presidencial pero que en el PAN le metieron la pata y le hicieron la vida imposible para lograr su cometido.
Porque Anaya tenía otros planes –aspiraciones presidenciales– que igual se diluyeron pero sigue con la fuerza que le da el partido; esa misma fuerza de partido que pudo haber sido el pilar en la carrera presidencial de Margarita y que ahora le hará falta en su aventura independiente.
Otro que entra a escena es el PRI. Sí, ese que siempre da de qué hablar. Porque parece ser que la conformación del Frente Ciudadano y este «notición» del abandono de Margarita le ayuda a fragmentar el apoyo vía votos que AMLO pudiera recibir en el 2018. Si bien el tricolor ha sufrido el efecto Peña Nieto, es un ente lleno de mañas que tiene en Meade un candidato que tiene simpatías propias y extrañas –léase panistas–, pues fue secretario de Estado de Calderón.
De tal forma que la ecuación Frente Ciudadano por México más Margarita Zavala candidata independiente nos da como resultado el debilitamiento de las fuerzas políticas que buscan sacar nuevamente al dinosaurio tricolor de Los Pinos. Veremos qué acuerdos se pueden dar de aquí al próximo año, porque la política es una fórmula que no conoce de lógicas y puede presentar resultados variables, de esos que sorprenden por lo inesperados que pueden llegar a ser.
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