Más de lo mismo: legalizar la marihuana o seguir en la clandestinidad

AMLO manifestó estar en contra de su uso lúdico

Se aprobó en el senado en lo particular el dictamen sobre el uso de la marihuana, aunque hubo voces que estuvieron en favor y en contra de ella.

El día de hoy se aprobó en lo general en las comisiones de Salud, Seguridad y Estudios Legislativos el dictamen para regular el uso lúdico, medicinal y comercial de la marihuana.

La derecha ya torció su rabo y dijo que no todos opinan lo mismo, y al menos ellos han declarado en varias ocasiones que se manifiestan en contra del uso lúdico, sin embargo, las conversaciones estarán hasta el próximo 30 de abril, con el fin de acatar lo que la Suprema Corte de Justicia exigió que se modificara.

El propio presidente López Obrador ya se manifestó en contra de su uso lúdico, por lo que se vaticina que al final la legislación tenga más puntos en contra del uso personal de manera segura y legal.

De entrada los más interesados en las modificaciones son las farmacéuticas, quienes ven como negocio redondo usar sus establecimientos como dispensarios; tal como se ha visto en Canadá y algunas regiones de Estados Unidos; durante los primeros días de la legalización hubo filas interminables e incluso varias tuvieron que declarar que no contaban con el abasto suficiente para todos los que estaban formados.

Si bien, otros países han manifestado que el cannabis ya no representa un problema de salud (comparado con otras drogas como la metanfetamina y el fentanilo), en México la discusión lleva varios años en la agenda legislativa y sigue sin resolverse si se puede consumir de manera legal o no.

Una de las situaciones «cómicas» que se suscitaron durante la sesión de hoy fue cuando el senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín sacó una bolsa de plástico con 200 gramos de (lo que se presume es) orégano y añadió «… esto es orégano, no se vayan a confundir».

Ante el «chistecito», un rockero Damián Zepeda se persignó y dijo que las drogas no tienen nada bueno para los jóvenes, a pesar de que en el anteproyecto de ley se estableció que no tendrían acceso los menores de edad.

Desde el equipo de redacción, vaticinamos que aunque se regule y se apruebe el uso, los registros, los precios, los impuestos y la propia comercialización orillarán a que siga la venta clandestina de marihuana.

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