Peña Nieto aseguró que el panorama mexicano en materia de política exterior es incierta; sin embargo, el mandatario señaló que no será ni sumiso, ni agresivo con el país vecino, por el contrario, propuso 10 objetivos que tratarán de conseguir con el presidente Donald Trump. En esta nota revisaremos los primeros cinco.

Peña Nieto aseguró que el panorama mexicano en materia de política exterior es incierta; sin embargo, el mandatario señaló que no será ni sumiso, ni agresivo con el país vecino, por el contrario, propuso 10 objetivos que tratarán de conseguir con el presidente Donald Trump. En esta nota revisaremos los primeros cinco.

El primer objetivo será promover el respeto y trato digno de los migrantes mexicanos, una propuesta acertada, aunque quizá no cuente con la credibilidad del país, pues en territorio nacional, las garantías individuales se someten a los intereses de particulares, sobre todo, si de empresas extranjeras se trata.

Peña Nieto pedirá que se respeten los protocolos de repatriación, y al mismo tiempo quiso convencer a los mexicanos de que la situación no es tan negativa, durante el mandato de Obama fueron deportados 3 millones de mexicanos, seguro podemos con el paquete siempre y cuando sea poco a poco. Repatriación hormiga, aunque Peña Nieto olvidó que, no sólo debe generar empleos para los deportados, sino también para los inmigrantes que han llegado a México, como los haitianos y cubanos que se quedaron varados al norte del país.

El mandatario también aseguró que el desarrollo de ambos países debe ser compartido, y recordó a Trump que la migración mexicana ha disminuido, mientras la de otros países centroamericanos ha aumentado, una especie de Yo no fui, fue teté, con el que se culpa a otros países de la inmigración.

Preservar la unidad comercial del Triángulo del Norte, Canadá, Estados Unidos y México. Es decir, ser como el dos caras de Batman, de un lado de la moneda, pertenecer a Norteamérica, para que las empresas extranjeras sigan invirtiendo en el país y, por otro lado, pertenecer a Latinoamérica cuando sea necesario el apoyo hispano.

Y como quinto punto, el mandatario que aprobó el alza de los combustibles, aseguró que es imprescindible trabajar con Estados Unidos en socavar la venta ilícita de armas y el tráfico de drogas; parece una idea pertinente, pero si el gobierno federal ha reducido presupuesto a programas sociales, becas, salud y educación, porque no alcanza; me pregunto, con qué recursos planean introducir a México en una lucha contra la delincuencia organizada de manera internacional. La solución en materia de seguridad, desde la perspectiva con la que concuerdo, está en la educación, en la creación de oportunidades para los mexicanos, no en enlistar en las filas policiacas a los jóvenes para seguir generando enfrentamientos a mano armada.

Sin duda, los objetivos de Peña Nieto no parecen tan descabellados, si descartamos la crisis económica por la que están pasando las familias mexicanas y si nos olvidamos del factor sorpresa que ha caracterizado a Donald Trump, el magnate que llegó a la presidencia con un discurso de odio, nacionalista y que, al parecer, es un narcisista patológico.

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