NAIM: un viaje con muchas turbulencias
NAIM: un viaje con muchas turbulencias. FOTO: ESPECIAL

El día de hoy, nuestro presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, continuará dando  más noticias, pues agendó una reunión con quien será su secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espirú;  con la intención de revisar, otra vez, el dictamen del tan polémico Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Dicha reunión nos tendrá en ascuas, pues el debate puede desglosar tres alternativas o soluciones. Una, y la que tanto planteaba nuestro «abuelito» en su campaña presidencial,  es cancelar la obra del nuevo aeropuerto en el lago de Texcoco y construir dos pistas aéreas en el Aeropuerto Militar de Santa Lucía.

La otra, podría ser,  continuar con la obra en dicho lugar y la tercera opción, que ya no se ve tan lejana, sería continuar con la construcción del aeropuerto, solo que ahora bajo concesión.

Esta construcción ha dado mucho de qué hablar, pues, aunque se plantea como el proyecto más grande del siglo XXI, no han comenzado la construcción como «Dios manda», ya que  el megaproyecto presenta retrasos y demasiada improvisación

Así como lo leen, en lo que el gobierno, empresarios y demás inversionistas se avientan la un round para ver sí aplica o no su construcción, el retraso de dicha construcción ha desencadenado un viaje con muchas turbulencias, puesto que, cada vez preocupa más la demora que ha obligado a transportar toneladas de insumos con camiones a otras locaciones y sin olvidar las  afectaciones en la infraestructura de las poblaciones aledañas a la obra.

(Que por cierto, desde un inicio mostraron su rechazo a la obra del aeropuerto).

Otro que también se ha visto afectado con dicho retraso es Peña Nieto, pero no, no crean que su «vivienda» resultó dañada, para nada. Me refiero a que dicho proyecto fue uno de los más significativos en el sexenio del «copetudo»,  pues  en la decisión si va o no el NAIM estarían en el aire más de 186 mil millones de pesos.

Una promesa más  que no cumplirá nuestro aún presidente de México.

Solo nos queda esperar el resultado, como siempre, pues podría ocurrir el «milagro mexicano», ya que con ayuda del efecto Slim,  quien según las malas lenguas posee el 68 por ciento de las licitaciones en la obra, estaríamos hablando en próximos días de nuestro Nuevo Aeropuerto Internacional.

¿Ustedes creen que AMLO se atreva a afectar al hombre más rico de México?

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