De EPN a AMLO
No, la prensa no aplaude

De EPN a AMLO

La labor de la prensa en la llamada Cuarta Transformación.

Al puro estilo del expresidente Enrique Peña Nieto, el actual mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, encaró a la prensa su falta de empatía con la 4T al preguntarles: «¿Apoco la prensa no aplaude?».

Tras el informe entregado por Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad, respecto a la renegociación de los contratos para las obras de siete gasoductos —con tres empresas entre las que destaca una de Carlos Slim—, el mandatario reunió a su gabinete y a empresarios para recibir el aplauso del respetable, pero este se quedó mudo dando entrada al comentario presidencial.

«Del ya sé que no aplauden» de EPN, al «¿Apoco la prensa no aplaude?» de AMLO, hay una brecha demasiado estrecha. A saber, la nación todavía no se repone de la violencia que arrasa gran parte del territorio; la población comienza a cuestionarse si la 4T será la anhelada solución al conflicto y, peor aún, muchos ven en la actual administración una escalada no vista en los sexenios anteriores.

Si bien el análisis de la violencia del país debe responder a los hechos ocurridos en las últimas (por lo menos) dos décadas, los deseos de reconocimiento del presidente no pueden dejar de lado el descontento de la prensa nacional, mucho menos dar por sentado que el papel del periodismo sea alabar lo hecho por su administración.

Quizá Obrador tenga otras cifras, pero en 2019 ya suman 12 los periodistas asesinados en el país, esa cifra debería ser suficiente para atar las manos de los comunicadores que cedieron ante la insinuación del mandatario y colmaron la mañanera del 27 de agosto con aplausos.

Tal vez se trate de una broma más del presidente (esperemos), como cuando se burló de las matemáticas de EPN, de lo contrario habrá que recordarle a Obrador que el papel de la prensa es ser el vínculo entre la información y la población: jamás ser paladines de la prometida Cuarta Transformación.

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