Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su gobierno no se perseguirá a los políticos, pero sí habrá justicia.

Durante un mitin en Iztacalco, el candidato a la presidencia aseguró que la clave de un buen gobierno es la humildad.

Como parte de su campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador se presentó en Iztacalco junto con Claudia Sheinbaum y Mario Delgado. En el evento, los tres políticos aseguraron a los asistentes que toda la corrupción que han vivido debido a los gobiernos anteriores se terminará cuando los candidatos de Morena dirijan la ciudad pero, más importante aún, el país.

Mari Delgado, candidato a diputado federal, comentó que la clave son los jóvenes, pues se han convertido en «los rechazados, los excluidos, los que llenan las cárceles», pues las autoridades no han querido aceptar que el comienzo de un verdadero cambio está en las aulas, los libros y las escuelas y no en el ejército, las armas ni la violencia. Es por esto que recalcó que el problema más grande es que los políticos actuales no quieren ver el problema de raíz, intentado solucionar todo con la compra de votos, pues «no hay agravio más grave para un pueblo que su gobierno piense que puede comprar su conciencia (…) pues ni con miles de despensas se puede llenar el vacío de su incompetencia».

Por su parte, la candidata al gobierno capitalino por la coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum, les aseguró a los residentes de Iztacalco que, de ganar las próximas elecciones, permitirá que se construyan más estadios, pero defenderá a toda costa la Magdalena Mixhuca de cualquier intento de privatización.

«El próximo gobierno de la ciudad le va a dar toda la facilidad a los empresarios para que busquen espacios privados, pero no le pueden quitar la Magdalena Mixhuca a Iztacalco (…) es el único espacio público y lo vamos a defender», comentó la aspirante a Jefa de Gobierno.

De igual manera recalcó que, «no crean que porque soy mujer no voy a pelear con toda la valentía», pues es necesario combatir la inseguridad no sólo en Iztacalco,  sino en toda la ciudad, pero esto tiene que hacerse mediante la educación y no usando la violencia ni mucho menos la criminalización a los jóvenes.

Por supuesto también recalcó que regresarían los programas que Andrés Manuel López Obrador instauró en su gubernatura, como lo es el ayudar a los adultos mayores con las pensiones alimentarias, madres solteras y estudiantes de bajos recursos; lo cual se logrará acabando con la corrupción, pues sólo así se puede obtener el dinero para conseguir todo esto.

Acto seguido, el candidato a la presidencia por la misma coalición, Andrés Manuel López Obrador, auguró que aunque en días recientes se han creado diversas estrategias para derrotarlo -como lo es la alianza Meade-Anaya-, toda su competencia  debe irse haciendo a la idea de que «ya no van a tener el privilegio de mandar».

Sin embargo, aseguró que «la venganza no es mi fuerte», por lo que sus adversarios «no se van a tener que ir al extranjero, no van a irse desterrados (…) no queremos venganza, queremos justicia; lo único que va a suceder es que la mafia del poder ya no va a mandar en México».

También aseguró que los lujos y altos sueldos a funcionarios se acabarán durante su gobierno, así como la atención médica privada para políticos, pues no puede ser posible que mientras el pueblo no tenga los recursos suficientes para su bienestar, ellos despilfarren el dinero que bien podría ser destinado a otras cosas. Por último, Obrador se despidió de Iztacalco asegurando que regresaría, pero no como un candidato, sino como presidente, a lo cual, aseguró que «voy a gobernar con el ejemplo, no voy a vivir en Los Pinos, pues el poder es humildad».

HOY NOVEDADES/MI MÉXICO