De periodistas, opiniones de intelectuales y peleas por el segundo lugar en las encuestas electorales.
El Gobierno Federal busca plantarse sólidamente en la preferencia que guiña a un AMLO poco golpeado ante un Anaya muy callado.
Los hechos presenciados durante esta semana, bien podrían definir lo que se vivirá durante todo el año, esto a pesar de que el tercer mes está por terminar. Desde periodistas asesinados, banales opiniones de intelectuales sobre política y peleas por el segundo lugar en las encuestas electorales.
En México, por ejemplo, Javier Corral, aunque panista, distinguido político que encabezó en determinado momento la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), optó servirle a Anaya para denunciar la carencia de apoyo por parte del Gobierno Federal a la entidad que gobierna, y asestar un golpe al priismo en decadencia, en lugar de ver por temas que se tienen pendientes y que no pueden ni deben relacionarse con la contienda electoral: narcotráfico.
Si bien es un tema que engloba a todo el país y no solo al estado de Chihuahua, Corral se desprendió durante su caravana y durante el periodo que llega al frente de esta entidad de las investigaciones en torno al asesinato de la periodista colaboradora de La Jornada, Miroslava Breach.
En un inicio, Javier Corral se vio dispuesto a participar y seguir las líneas de investigación que surgieran para dar con los responsables, no obstante la prioridad que se le ha dado al caso, es tan solo un reflejo de la importancia que le da la federación al mismo. Para ejemplo, el reciente asesinato de Leobardo Vázquez en Veracruz, con lo que suman ya tres asesinatos de colegas en lo que va del año.
La propaganda del Gobierno Federal solicita que se hagan bien las cuentas en torno a «lo bueno», sin embargo, se olvidan de que, por más que busquen minimizar ciertos hechos calificándolos como «aislados», acumulados representan un gran problema, casi de la misma gravedad que la inflación prevista por el Banco de México (Banxico), los feminicidios a nivel nacional, o la duda de si Juan Carlos Osorio seguirá siendo o no, el director técnico de la Selección mexicana luego del Mundial de Rusia (banal, pero el mexicano lo cree relevante y es tema de debate).
Y esto no para ahí, llega Vargas Llosa y reitera que no es más que una reencarnación de Octavio Paz en términos de pensamiento político, de jóvenes pequeños detractores del sistema, de viejos, coquetos e indecentes respecto a él. Basta saber que en la campaña presidencial de Pedro Pablo Kuczynski, ex presidente peruano, el Nobel de literatura lo apoyó diciendo que estaba «limpio», resultando esa limpieza en la reciente dimisión de este al gobierno de Perú por estar relacionado al caso Odebrecht.
Cuentan en el PRI mexiquense que Alfredo del Mazo no sabe cómo levantar la popularidad de su gobierno, que ni con la presentación del Salario Rosa aumentó. Esto es, sin duda alguna, un ejemplo del tricolor que busca tanto la presidencia de México, la jefatura de la CDMX y el campeonato mundial de futbol (ups, otra vez al fut… disculpará usted, lector).
Hemos hablado aquí de un par de personajes y algunas instituciones, nótese que son quienes se disputan los segundos lugares en encuestas de preferencia electoral y temas afines, nótese también que el único personaje que no ha sido mencionado es López Obrador, «Lopitos», diría Fox, esto es porque sin hacer tanto ruido, Morena se está apropiando de espacios.
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