Al buen entendedor, pocas palabras. El problema es cuando no se dan ni explicaciones.
Vagas y ambiguas resultan las explicaciones que las autoridades estatales y federales dan ante un asesinato, más aún si se trata de uno que tenga que ver con feminicidios, narcotráfico o huachicol y el asesinato de periodistas.
Sonora fue ahora el estado involucrado. Hombres armados dispararon con contra de Reynaldo López y Carlos Cota quienes viajaban en un vehículo la tarde del sábado. De acuerdo con cámaras de seguridad, el primero bajó de la unidad en la que viajaban ambos comunicadores e intentó huir, hecho que no consiguió puesto que los agresores le dieron alcance y le dispararon en 17 ocasiones.
De acuerdo con los reportes López fue asesinado debido a los disiparos con armas de fuego, mientras que Cota solo resultó herido. La cantidad de casquillos percutidos es de más de 30. Se sabe que laboraba en distintas estaciones de radio pero no se precisa la razón por las que las autoridades han señalado que los motivos de su asesinato nada tienen que ver con su labor periodística, sino por la comisión de delitos que no se especifican en comunicados oficiales.
Con esto son cinco los comunicadores que han sido asesinados en lo que van de este sexenio. La omisión de las autoridades es clara pero no debe mantenerse. Si bien no se trata de una situación de coyuntura, puesto que huachicol y designaciones incongruentes se encuentran a la orden, es un factor que debe ser atendido lo antes posible.
Al inicio de la gestión obradorista, vimos bien el hecho de que el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez, emitiera mensajes a través de redes sociales en los cuales lamenta los hechos y promete que pronto habrá resultados en la materia. Ahora, resulta redundante y sin sentido que hable de sensibilidad ― que por supuesto nunca debe perderse ― sin que realmente se establezcan mecanismos necesarios para el cuidado de estos sectores de la población y mucho menos de la implementación de mecanismos de procuración de justicia.
Para que este sexenio no se vuelva un espacio de impunidad es necesario que la federación deje de dirigir todos los esfuerzos hacia donde se encuentra el presidente. Si hay distintos encargados de los despachos, secretarios y secretarias titulares de las secretarias, presidentes, directores, etcétera, es para que efectúen y ejerzan acciones de manera independiente a lo que hace el titular del ejecutivo.
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