El fiscal general pierde credibilidad frente al caso Odebrecht
Se dice que el fiscal estaba al tanto de todos los sobornos que Odebrecht llevó a cabo, aunque él niega las acusaciones
Odebrecht continúa su curso en medio de la incertidumbre y la corrupción, pues a 10 días de que Jorge Enrique Pizano falleció a causa de un infarto (y quien además era considerado como el testigo clave del caso), la credibilidad del fiscal general Néstor Humberto Martínez pende de un hilo, ya que salieron a la luz varias conversaciones entre estos dos hombres que han dado un nuevo e inesperado giro en este asunto. ¿Cuál es la gravedad? Pues bueno, que en dichas grabaciones se da a entender que Martínez estaba al corriente de todas las irregularidades de la compañía.
Y a pesar de que los audios dejan en claro que el directivo sabía sobre las corruptelas que se hicieron para la construcción de un tramo de la Ruta del Sol, Martínez se muestra firme en su postura y niega que haya tenido algún conocimiento sobre ello. Sea verdad esto o no, el empresario tiene el respaldo del presidente de Colombia, Iván Duque, aunque aun así el mandatario pidió que se asignara a un nuevo fiscal para gestionar las pesquisas del caso; por supuesto que esto no fue del agrado de las fuerzas de oposición, quienes exigen la renuncia de Martínez.
Por supuesto, no ayuda el hecho de que una de las grabaciones demuestra que el fiscal no sabía con exactitud las actividades en que Odebrecht estaba metida. Así lo afirma en un extracto de una conversación que tuvo con el fallecido Pizano.
«No sabemos si es que les están dando plata a los paramilitares. Si hay corrupción, se la están robando ellos de hijueputas ladrones… Venga, le digo cuál es la tesis que estamos trabajando: no sabemos si estos hijueputas están pagando coimas desde aquí para Gobiernos extranjeros y no sabemos si están pagando coimas aquí al Gobierno colombiano», se le oye decir al fiscal.
El asunto se torna más sospechoso cuando Pizano le pregunta si continúa con sus investigaciones sobre el caso o, en cambio, se detiene, a lo que Martínez le contesta con un cortante «No. Quieto, quieto».
Todo parece indicar que por el momento la única oportunidad de que Martínez salga bien librado es demostrar que también a él le jugaron chueco, pues cuando se estaba llevando a cabo la obra, en ese entonces el fiscal desempeñaba el puesto de abogado para el Grupo Aval (aunque dicha firma también intervino en la obra). Es por esto que el empresario se mantiene firme en su postura de que, por lo menos en esos días, él sólo se limitaba a informar a sus jefes sobre lo que ellos le pedían, pero que no tenía noción alguna de las irregularidades en los contratos ni mucho menos de los sobornos de 84 mil millones de pesos con tal de que la obra siguiera adelante.
Todo parece indicar que a Odebrecht todavía le queda mucho camino por recorrer, y si ahora ya cayó uno más, quién sabe cuántos otros involucrados salgan hasta que esto tenga una resolución.
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