El PRI habría desviado 650 millones para sus campañas
Cesar Duarte habría sido quien más desvíos hizo durante se gestión de 2010 a 2016.
Las elecciones han pasado, pero no así sus consecuencias y, peor aún, es que se trata de las del 2016, pues se dio a conocer que se desviaron 650 millones de pesos a un total de nada más y nada menos que 12 empresas fantasma, todo esto con tal de conseguir financiamiento para las campañas electorales del PRI en aquel entonces. Además, hasta el momento son siete estados los que se encuentran involucrados con este delito.
Hasta el momento se sabe que la entidad con un mayor número de «aportaciones» es Chihuahua, con un total de 250 millones de pesos, mientras que los 400 restantes se dividen entre otros seis Estados. Además, el mecanismo de la que ya se hace llamar «Operación Zafiro», se habría dado con el presunto contubernio de Manlio Fabio Beltrones (dirigente nacional del PRI en esa época) y Luis Videgaray Caso.
Por si fuera poco, una nueva investigación por parte de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) di a conocer que otras ocho empresas también están vinculadas al delito, que en total recibieron un equivalente a 36 millones de dólares en el 2016 mediante transferencias de los gobiernos priístas en Chihuahua, Durango, Sonora, Colima y Estado de México; al igual que del Congreso de Morelos y de la delegación Milpa Alta, de la CDMX.
Y aunque ahora se sabe que el dinero transferido fue desviado para fines electorales, por si hacía falta un poco más de descaro el exsecretario de Educación de Chihuahua, Ricardo Yáñez, quien desempeño funciones durante el gobierno de Duarte, declaró al Ministerio Público que dichas empresas fantasma «estaban blindadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y que el estado no era la única entidad que había desviado recursos de forma similar».
Hablando de Cesar Duarte, la información obtenida por MCCI indica que los mayores desvíos para esta operación se dieron durante el gobierno de este exfuncionario, quien habría «contribuido» con 246 millones de pesos en Chihuahua; seguido de Jorge Herrera Caldera con 230 millones de pesos en Durango, al igual que Claudia Artemiza Pavlovich Arellano, con un aporte de 140 millones de pesos por parte de Sonora.
Sin embargo, «lo bueno» es que huno otros que al menos tuvieron la decencia de no jugar tan chueco, como lo fue el Estado de México durante el período de Eruviel Ávila Villegas y la delegación Milpa Alta, durante la gestión de Jorge Alvarado, pues según el MCCI «los montos documentados fueron mínimos».
Ahora sólo falta ver qué ocurre con los responsables, pues no es nada raro que aquellos que ayudaron (o simplemente se robaron) millones y millones de pesos, salgan libres pagando apenas una mínima fianza a comparación de lo que se embolsaron.
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