Oprah presidenta, tres colores opacaron el acoso sexual y los monstruos por fin tienen justicia
Oprah presidenta, tres colores opacaron el acoso sexual y los monstruos por fin tienen justicia

Guillermo del Toro recibió el Globo de Oro a Mejor director.

La presentadora Oprah recibió un premio especial, motivo que aprovechó para dar su postura sobre los recientes casos de acoso sexual en Hollywood.

La noche de ayer se llevó a cabo la 75 edición de los Globos de Oro, una de las ceremonias más esperadas de este año, no sólo por ser el evento más importante antes de los oscares, sino porque, en esta ocasión, los ojos y oídos del mundo del espectáculo estaban posados sobre dos asuntos en específico: los recientes casos de acoso sexual en Hollywood que han denunciado varias actrices y la reñida pelea entre directores de extrema calidad que se disputaban uno de los galardones más importantes.

Recientemente, Hollywood se ha visto sumergido en las acusaciones de diversas actrices que han tenido el valor de denunciar el acoso sexual que han sufrido por parte de varios hombres ―entre actores, directores y productores― del mundo del entretenimiento. Esto ha causado un gran revuelo, pero también diversas posturas no sólo entre sus compañeros, sino también en los espectadores; pues mientras hay quienes celebran su valentía al sacar estos oscuros secretos a la luz, también están aquellos que les echan en cara el que ninguna de ellas hablara de esto en su momento, sino que dejaron pasar varios meses e incluso años para atreverse a alzar la voz; más aún, están aquellos para quienes este «levantamiento femenino hollywodense» se trata de una moda que se rige bajo la tendencia del «si tanto les afectó, habrían acusado a su agresores en su momento, no hasta ahora que ‘todas’ lo hacen».

Precisamente por este motivo es que los Golden Globes eran tan esperados, pues desde hace tiempo se había augurado que las actrices aprovecharían este evento para hacerse escuchar y hacerse notar; y vaya que lograron esto último, pues cumplieron su promesa de acudir a la ceremonia vestidas de negro a manera de denuncia contra el acoso que varias de ellas han sufrido. Por supuesto, el que el mundo las notara no fue suficiente, sino que necesitaban una voz, una voz que no sólo escupiera frases y sonidos, sino una cuyas palabras fueran armas y estandartes en la lucha contra la impunidad: esa voz fue la de Oprah Winfrey.

«Este año nosotras nos volvimos la historia, pero no una historia que afecta sólo a la industria del espectáculo. Es una historia que trasciende cualquier cultura, geografía, raza, religión o lugar de trabajo. Así que quiero expresar esta noche mi agradecimiento a todas las mujeres que han soportado años de abuso y agresiones.

»Por mucho tiempo las mujeres no han sido oídas o no les creían cuando se atrevían a decir la verdad sobre el poder de los hombres. Pero ese tiempo acabó».

Fue parte del discurso que la presentadora mencionó al recibir un galardón a manera de homenaje en esta ceremonia, por supuesto, haciendo saber a los asistentes y a los millones detrás de sus pantallas el gran orgullo que sentía al «ser la primera mujer negra en recibir este premio».

Por supuesto, palabras más sabías y ciertas no pudo haber mencionado, las cuales fueron recibidas entre aplausos y ovaciones por parte de sus compañeros. Asimismo, tuvo el plus de mencionar el hecho de ser una «mujer negra», ―pues recordemos, hace unos años el motivo de denuncia en los oscares fue el racismo hacía los afroamericanos―; por lo cual, la noche de ayer, Oprah no sólo fue el estandarte de un género, sino de una raza; así que, si había una mujer norteamericana cuyo discurso hizo ruido, esa fue Winfrey; así que sí, su discurso no podía ser otra cosa más que algo obligado; no por el hecho de ser forzado, sino porque tenía que ser escuchado.

Asimismo, estas palabras fueron tan bien recibidas entre la nación gringa, que no son pocos los que están pidiendo que Oprah se postule para las siguientes elecciones presidenciales de EU. Sin embargo, cabe recordar que, por más dulce y verdadero que se escuche un discurso, no bastan las palabras para llevar la paz entre naciones, sino también las estrategias y conocimientos políticos ―por mucho que nos duela aceptarlo― son necesarios. Así que esperemos que el pueblo estadounidense no se deje llevar por los sentimientos o la euforia del momento, pues recordemos que lo que hace poco más de un año comenzó como un chiste pelirrojo, hoy en día se ha convertido en el gobernante de la nación más poderosa del mundo.

No obstante, estos Globos de Oro no estuvieron exentos de polémica, pues si bien fue un acuerdo tácito el que todas las mujeres vistieran de negro a manera de denuncia, hubo tres de ellas que no lo hicieron ―y por supuesto, estaban en su libre derecho de no hacerlo―. Estas mujeres fueron Meher Tatna, actriz y presidenta de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood; Blanca Blanco, actriz de Hollywood, y la modelo alemana Barbara Meier, quienes decidieron acudir a la ceremonia vestidas de un color diferente al «pactado».

Lo curioso aquí, es que si bien estas tres mujeres mostraron su apoyo a sus compañeras, para el público esto no fue así, pues aunque Blanco se defendió argumentando que «la vergüenza es parte del problema. La situación es más importante que mi vestido», los usuarios de redes sociales no hicieron esperar su desaprobación hacía las tres, publicando comentarios incluso ofensivos hacia ellas.

Lamentablemente, esto resulta una gran contradicción entre el público, pues si aseguran estar a favor de aquellas mujeres que se atrevieron a denunciar el acoso que han sufrido, ahora varias de estas mismas personas descargan su furia en otras mujeres que no quisieron ser parte de esta «protesta visual».

Asimismo, otra de las grandes y más gratas sorpresas de la noche fue el nombramiento del mexicano Guillermo del Toro como Mejor director por su cinta The Shape of Water, quien, tras más de dos décadas, al fin obtuvo tan preciado galardón, por supuesto, un premio bastante merecido. Casi por desgracia, su momento estuvo a punto de ser opacado, pues a mitad de su discurso elevaron el nivel de la música de fondo anunciándole que ya debía bajar del escenario; Por supuesto, el Gordo ―como le dicen sus colegas― muy a su estilo, pidió que le bajaran a la música, pues, dijo: «esperé 25 años para esto, denme un minuto», acto que fue recibido entre risas y aplausos.

De igual manera, ya en rueda de prensa, una reportera preguntó a Del Toro cuál era su secreto para mantener un equilibrio entre su gusto por la muerte y las cosas oscuras, pero también por su amor por la vida, a lo cual, el director respondió:

«Porque soy mexicano. Nadie ama la vida más que nosotros (los mexicanos), porque estamos conscientes de la muerte. Apreciamos la vida porque vivimos con la muerte. Todos en este planeta abordamos un tren cuyo destino es la muerte, así que vamos a vivir, disfrutar, amar y ser libres […] Cuando tomas en cuenta la oscuridad para prender la luz, eso es la realidad».

Israel Yerena

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