Firma el presidente Peña decretos para retirar la veda a 295 cuencas del país.
Peña Nieto abre las puertas a una posible privatización del agua

Firma el presidente Peña decretos para retirar la veda a 295 cuencas del país.

No se privatiza el agua, pero si se eliminaron restricciones para permitir su posible explotación por empresas privadas.

En días pasados comenzaron a circular imágenes y mensajes alusivos a una «presenta» privatización del agua. Se mencionó que mientras el pueblo mexicano gritaba el gol contra Alemania, o se encontraba preocupado por las campañas electorales, Enrique Peña Nieto (EPN) firmaba un acuerdo para privatizar el agua. Pero ¿Es cierto?

Para desmantelar las dudas al respecto del tema, debemos remontarnos al 5 de junio del presente año, ahí, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, EPN firmó 10 decretos que convierten las zonas de veda en zonas de reserva: ambas protegidas, sin embargo, en la primera de ellas la extracción de agua está casi prohibida, mientras que en la segunda, se abren las posibilidades para su extracción, explotación y otorgamiento de concesiones.

En otras palabras, el titular del Ejecutivo decidió modificar la ley para que los ríos Santiago, Ameca, Pánuco, Papaloapan, Actopan y Antigua, y Grijalva-Usumacinta, así como algunas regiones de la costa de Jalisco y Guerrero, estarán disponibles para su aprovechamiento, si es que las autoridades federales así lo consideran. De esta manera, bajo el mando de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), podrán entregarse concesiones al sector privado.

Al respecto, la Conagua emitió un comunicado en el que precisa que la información no es cierta, pues con los decretos firmados por EPN se permitirá el suministro de agua a todas las regiones del país para los próximos 50 años. La dependencia informó que de las 757 cuencas existentes en el país, más de 300 conservarán las condiciones con las que hoy se sustentan, mientras que las restantes entrarán dentro de los cambios propuestos y reafirmados por el Ejecutivo.

Sin embargo, aunque la firma de los tratados no sucedió de manera oculta, como hacían pensar diversos medios, ni tampoco se dio en el estricto tiempo del mundial de futbol, lo cierto es que sí se abre una puerta para el sector privado, en especial las referentes al sector minero, energético, inmobiliario y agrario, quienes podrán participar en licitaciones abiertas que les permitan explotar el vital líquido, no siempre con vistas al bienestar de la población.

En ese contexto, pese al comunicado que la organización World Wildlife Fund emitió para reafirmar que los decretos firmados son en beneficio y protección de la naturaleza, pues se generarán reservas considerables de agua, diversas asociaciones de la sociedad civil en México han calificado a esta medida como un «retroceso», pues la falta del vital líquido en las grandes urbes del país es cada día más una realidad, por lo que grandes empresarios podrían aprovechar, con el visto bueno del gobierno, para explotar las cuencas que transportan el 55 por ciento del agua en el país.

HOY NOVEDADES/MI MÉXICO